JUANMA CANTOS  |  Madrid, 29/01/2011

Noche tremendamente fría en Madrid la del pasado sábado que se encargaron de calentar dos bandas de rock en plena forma. La sala Lullaby fue el "campo de batalla".

Abrieron fuego los locales THE DIESEL DOGS, un mucho más que correcto grupo de punk-rock y derivados que presentaban las canciones de su nuevo trabajo, 'The Golden Age', tercero en su carrera y producido por el Sex Musem y Los Coronas Fernando Pardo. Estética militar en negro, actitud rockera de plena autenticidad, sonido de escuela, referencias que van desde el punk-rock al glam rock, querencias a grandes como Lords of The New Church o Mötley Crüe, con ramalazos de MC5 o The Stooges, y, lo más importante, temazos como 'Cyclone', 'Everybody talks about the weather', 'Mankind is the enemy' o 'Killing myself for r'n'r', con el que se despidieron, demostraron la entidad del trío y la versatilidad de su propuesta, impecable, antes de dar paso a KICKIN'ASS (en la foto).

Los jiennenses, por su parte, comienzan a rodar las canciones que compondrán su tercer disco, que pronto comenzarán a grabar. Si lo de Diesel Dogs fue rock de escuela, en el trío jiennense lo que impera es lo visceral y lo indomable, algo que les hace firmar directos plenamente disfrutables, de alto voltaje, a punto de estallar, como el del pasado sábado. Alejándose cada vez más del punk-rock y acercándose a los áridos territorios del stoner, Kickin'Ass se mostraron como una banda madura, experimentada y consolidada sobre las tablas. El del sábado fue uno de los mejores conciertos de su amplia trayectoria, en el que hicieron ver muy a las claras que crecen en recintos pequeños, una biosfera crucial para que su rock, salido de las entrañas, emane y se expanda.