CARMEN OCAMPOS  |  Madrid, 27/12/2010

Se ha proyectado en los cines Golem de Madrid la película ganadora y las dos finalistas de los PREMIOS LUX 2010, que otorga el Parlamento Europeo. Estos son los únicos premios de cine que concede un parlamento. De entre una primera selección de 10 películas, una comisión elige 3 y los eurodiputados eligen la ganadora. Deben ser películas de contenido social, ambientadas en Europa y que la historia traspase fronteras. La película ganadora se subtitula en todos los idiomas de la UE y se distribuirá en toda la UE.

Los Premios Lux 2010, estuvieron presentados por Ignacio Samper, director de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid, Carlos Cuadros, director del Instituto de Cine Español, y Javier Tolentino, director del programa 'El Séptimo Vicio' de Radio3. Y en el patio de butacas se contó con la presencia del embajador alemán, de varios eurodiputados y de la actriz Assumpta Serna, además de un nutrido grupo de cinéfilos que llenaron la sala.

En su cuarta edición, la ganadora fue la película turco-alemana 'Die Fremde' ('La extraña') (en la foto), de la directora alemana de origen turco Feo Aladag. Nos cuenta la historia de Umay, una joven madre que huye de un opresivo matrimonio en Estambul y vuelve a su Berlín natal, junto a su familia de origen turco; su familia, en lugar de acogerla, reniega de ella amparándose en las tradiciones y en la deshonra que eso supone ante su comunidad. Umay tiene que buscarse la vida, pero sigue necesitando la aprobación de su familia.

Una de las finalistas fue 'Illégal', una coproducción de Bélgica, Francia y Luxemburgo dirigida por Olivier Masset-Depasse. En este caso, es la historia de Tania, una mujer rusa que vive de forma ilegal en Bélgica junto a su hijo; es detenida por las autoridades y enviada a un centro de detención, en ese momento empieza su lucha por evitar la deportación.

La otra película finalista nos dio un respiro, si las dos anteriores nos pusieron un nudo en la garganta, la griega 'Akadimia Platonos', dirigida por Filippos Tsitos, nos muestra con humor lo absurdo de rechazar al otro sólo porque es de otro país. A Stravros y sus amigos no les gustan los extranjeros, pasan las horas observando, desde su quiosco de prensa, cómo su perro Patriot ladra a los albaneses que pasan por delante; un día Stavros descubre que su madre es albanesa, a partir de entonces, sus amigos le miran con recelo, ¿es griego o albanés?

Una gran oportunidad para disfrutar de buen cine europeo en versión original, que difícilmente podremos ver en las salas de cine.