MIGUEL ANTONIO HURTADO  |  Madrid, 05/12/2010

Los Teatros del Canal daban la bienvenida al teatro de vanguardia, a la innovación creativa, a la agresión a los sentidos, a LA FURA DELS BAUS. Como el propio Pep Gatell afirmaba cuando se le entrevistaba a colación de 'Degustación de Titus Andrónicus', a La Fura dels Baus sólo le quedaba "dar de comer a la gente" para llegar a estimular la totalidad de los sentidos.

Y qué mejor que invitarnos a degustar junto a Titus Andrónicus de la venganza en forma de banquete antropófago, saborear a los hijos (Demetrio y Quirón) de su gran enemiga Tamora preparados y servidos durante la función por los cocineros del restaurante Mugaritz.

Con este montaje La Fura vuelve a sus orígenes, a las naves, a las carreras, a los artilugios, a los actores mezclados entre el público, a ese caos escénico que nos evoca a los éxitos que supusieron 'Manes', 'OBS' o 'Imperium', pero añadiendo un despliegue de imágenes dinámicas para crear una demoledora, violenta y sangrienta estética visual, donde el público es parte activa de la escena, unas veces en forma de ciudadanos romanos, otras como árboles de bosque e incluso como comensales.

'Degustación de Titus Andrónicus' es una adaptación reducida por Salvador Oliva de la terrible tragedia de 'Titus Andronicus' de William Shakespeare, en la que los sentimientos contrapuestos y cambiantes se alternan vertiginosamente, y en la que la venganza es la principal protagonista junto con la crueldad y la manipulación. Los efectos de luz, el sonido con dominante percusión, el lenguaje corporal, la técnica, el cine, el contacto con el público crean la Roma cruenta en la que cada acto dispondrá de sus aromas y sabores que podrán degustarse a lo largo de la función. Garum, algas, torrijas, algodón dulce o carne, y que supondrán un recurso alegórico más para imbuirnos en esta encarnizada lucha entre el general Tito Andrónico y la reina goda, ahora emperatriz de Roma, Tamora. Como siempre, La Fura dels Baus, tan brutales como geniales.