Gran Bretaña
Directores: Nick Park y Steve Box
Animación

La plastilina es un elemento manejable que los infantes manosean para la fabricación de pequeñas figuras. El cine la ha usado en ocasiones para crear animación en sus cortos. Esta técnica no ha avanzado tanto por su utilización artesanal, pero los animadores ingleses, encabezados por Nick Park, le dieron un nuevo enfoque estético hasta conseguir sacar Evasión en la granja.

Pero Las aventuras de Wallace y Gromit vino antes como un largometraje fabricado sobre la base de una composición de varios cortos, dos de ellos ganadores de Oscar. Ahora Wallance y Gromit renaen para el largometraje en La maldición de las verduras. El trabajo técnico es impecable, con una apurada perfección en los movimientos y la mejora con otros materiales. La factoría de la plastilina ha arriesgado al conceder una ampliación en los movimientos de cámara que dificultan el trabajo de modelación, pero desarrollada las posibilidades estéticas del film, imprimiéndole espectacularidad. El trabajo a escala de los diminutos decorados también está a la altura de un estilo muy personal, alejándolo de cualquier material de animación parecido. Todo este despliegue, debidamente sincronizado y perfectamente coordinado, da como resultado un espectacular número de volumen y plastilina meticulosamente milimetrado para que el efecto parezca real sin salirse de la norma del cartoon artificial. Pero lo que imprime personalidad al film, además de esos maravillosos diseños, es la dinámica de la intrahistoria, nada pedante y jugando con un estructura acertada. A pesar de ser un producto infantil no está infantilizado, con un humor sarcástico fuera de lo habitual. Quizás tenga su excepción en el exceso de un final demasiado trepidante, marca del mercado americano al que va destinado, pero no es reprochable cuando el cine se está informatizando y estos ingleses continúan bajando al nivel artesanal para hacer magia con el celuloide.

Rafa Rus