Título original: The weight of water.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 2001.
Dirección: Kathryn Bigelow.
Intérpretes: Sean Penn, Catherine McCormack, Elizabeth Hurley, Josh Lucas.
Guión: Alice Arlen y Chris Kyle.
Producción: Manifest Film, Palomar, Miracle Pictures.
Género: Drama.
Distribuidora: Vértigo Films.
Comentario: Juan Ramón
Tras pasar por el Zinemaldia donostiarra el pasado año y ser vapuleada sistemáticamente por la critica, nos
llegó la ultima película de la adrenalínica Kathryn Bigelow (Le llaman Bodhi, Acero Azul, Días Extraños..).
Extraña fecha para estrenar esta película, mediados de agosto, no parece que su distribuidora confíe demasiado en ella, aunque es totalmente recomendable para todo aquel que huya del calor y no se conforme con las típicos bodrietes a los que nos someten verano tras verano.
Película intensa, quizás excesivamente lenta en algún momento, pero que consigue mantener la tensión del relato hasta el final. Se entrelazan dos historias, por un lado la de un trágico crimen ocurrido un siglo atrás en un pequeño pueblo pesquero ocupado básicamente por inmigrantes, y otra la de una fotógrafa de la actualidad a la que le han encargado un reportaje acerca del misterioso crimen. Junto con su marido, un famoso escritor (Sean Penn), el hermano de este y su nueva novia (impresionante Liz Hurley, aunque no precisamente por su actuación) pasan unos días a bordo de un velero en las costas que un siglo atrás fueron testigos del brutal asesinato.
Es a bordo de este velero cuando se empiezan a desatar los sentimientos y emociones, la tensión sexual entre Sean Penn y la novia de su hermano se palpa en el ambiente, y mientras tanto, su mujer intenta desvelar el misterio que rodea al asesinato que un siglo antes acabó con un hombre en la horca. Parece que no pasa nada, pero la tensión esta ahí, en las miradas que el marido le lanza a la novia de su hermano, en los sentimientos que empiezan a florecer dentro de su mujer, en el alcohol que no deja de correr en ningún momento....
Una película que pese a lo que podamos leer en las sinopsis de los diarios, no es un thriller tal y como nos intentan hacer creer, la tensión se lleva por dentro, con las miradas que cruzan el velero de uno a otro, con el asesinato que hasta el final de la película no acaba de aclararse... Kathryn Bigelow se aleja aquí de la acción pura y dura, para ofrecernos una película de sentimientos, de emociones, pero también de tensión, una película que no arrasara en la taquilla, pero que no deberías perder la oportunidad de ver, sobre todo si eres de los que como yo, prefieren sentarse a la sombra y ver así pasar el verano.
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