EE.UU.
Dirección: Gary Fleder
Intérpretes: Gary Sinise, Madeleine Stowe y Vincent
D'Onofrio
Producida por los todopoderosos hermanos Weinstein, dueños de la -en otros tiempos- independiente Miramax, Infiltrado nos propone entre sus fotogramas un devastador y apocalíptico futuro para la raza humana. Nos encontramos en la segunda mitad del siglo 21 y la tierra sufre continuos ataques de una especie alienígena y sanguinaria denominada Centauri. En este ambiente hostil y oscuro se desarrolla nuestra previsible acción, embadurnada de ambientes y escenarios kitsch, por donde deambulan unos personajes en lucha continua con su propio yo. Al inadecuado reparto, pese a que lo encabece Madeleine Stowe, una de las actrices favoritas de este programa, se le une la torpeza de un realizador insolvente con una falta alarmante de personalidad creadora, en un género que pide constantes y continuas dosis de talento. Como no hay mucho que rascar en esta irregular y torpemente narrada Infiltrado, detengámonos mejor en la pluma que dio origen al nacimiento de este proyecto.
Infiltrado nace de una adaptación del relato corto titulado El Impostor del escritor Philip K. Dick, uno de los indiscutibles popes de la literatura de ciencia ficción. El cine siempre se ha dejado tentar por las obras atormentadas y fantasiosas del estupendo escritor norteamericano. De entre sus páginas han surgido un puñado de buenas películas, alguna memorable, que han dejado una huella imborrable tras su paso por el género de la fantaciencia. La mejor sin duda, la firmó un irreconocible e inspirado Ridley Scott en 1982. Blade Runner sigue siendo un menhir fílmico inalcanzable y de culto por el que no pasa el tiempo.
Otro de los recurrentes asiduos a los libros del escritor de Chicago en los últimos tiempos, ha sido el todopoderoso Steven Spielberg. De él, surgieron dos desiguales, pero recomendables películas. Una fue la excesivamente acaramelada fábula futurista Inteligencia artificial un cruce entre Pinocho y El mago de Oz, que aparte del empalagoso protagonista infantil y de su portentoso trabajo de ambientación, poseía momentos de enorme fuerza visual y emotiva, seguramente heredados del progenitor del proyecto, el gran Stanley
Kubrick.
Unos años mas tarde Spielberg regresaba al universo de K. Dick, con la espléndida Minority Report, en la cual se mezclaban muy eficazmente dos géneros -en principio antagónicos- como son la ciencia ficción y el cine negro, en una película trepidante y de gran imaginería que nos devolvía al mejor Spielberg. Nada que ver, por desgracia con esta heredera por nombre Infiltrado, que recupera todos los guiños narrativos y visuales de estas obras en un enésimo intento fallido de hacer ciencia ficción de altos vuelos.
Javier Extremera
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