Aunque, para muchos, el nombre de Bill Bruford esté ligado, básicamente, al rock progresivo, lo cierto es que su relación con el jazz es bastante antigua, anterior incluso a su posición como estrella del British Art Rock (que es como los entendidos, o quizás sólo los más snobs, denominaban al rock progresivo de los setenta, en las islas). Sus primeros pasos como músico aficionado, a partir de 1961, los hizo en el campo del jazz.
Después, Bruford fue batería y cofundador del grupo Yes, en su época dorada (entre 1968 y 1972), y de King Crimson, a partir del disco "Last tongues in Aspic" (1973), lo que le dio fama y posibilidades de organizar su propia banda entre 1977 y 1980 -en el interludio que se permitió con King Crimson, con quien reanudó su trabajo entre 1980 y 1984- como vehículo para su revolucionaria aplicación de la electrónica en el desarrollo de la faceta melódica de la percusión.
Sus experiencias renovadoras pasaron, igualmente, por un estimulante dúo, piano-batería, con el teclista Patrick Moraz e, inmediatamente después, por la creación del grupo electro- acústico Earthworks en 1986, como una forma de continuar sus trabajos de experimentación, ahora en el campo del jazz. Su disco, titulado igualmente "Earthworks" (1987), creó un profundo impacto en el mundillo fronterizo entre el jazz y el rock.
Vuelve, por tercera vez, con King Crimson, entre 1994 y 1996, con la novedad de un doble equipo rítmico junto a Pat Mastelotto. Pero, entre tanto, no deja de trabajar y grabar con músicos tan dispares como Kazumi Watanabe, el New Percussion Group de Amsterdam, la orquesta de Buddy Rich o Al DiMeola. A finales de los 90, graba un muy interesante disco con Ralph Towner (a quien veremos en este Festival con su grupo Oregón) y Eddie Gómez, denominado "If summer had its ghosts" (1997).
También por esas fechas, reactiva Earthworks, en una segunda versión más acústica, cuyo momento culminante es el excepcional álbum doble: "Footloose and fancy free" (2002). Con algunas sustituciones en el personal de la banda, entre las que destaca la incorporación del saxofonista Tim Garland, músico y colaborador de Chick Corea, Earthworks grabó otro buen trabajo: "Random acts of happiness" (2004).
La banda que nos visita, incluye al saxofonista Iain Ballamy en lugar de Garland, pero el resto es la formación usual de los Earthworks más recientes. Así que pocas veces vamos a tener una oportunidad como la de hoy, para ver hasta que punto la fuerza del jazz recoge, adereza y potencia la capacidad musical de uno de los grandes históricos del rock europeo.
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