Texto y foto: Juan Jesús García.
El Festival de jazz más meridional de España comienza el viernes 14 de julio en Almuñécar con el objetivo de llegar a los 15.000 asistentes, según presentó ayer Inmaculada Calahorro, Diputada de Cultura de la Diputación Provincial de Granada, institución que organiza la muestra junto con el ayuntamiento sexitano. Cifra que viene a ser la mitad de la afluencia de hace unos años, cuando el festival era gratuito y sin limitación de aforo. Precisamente el 'responsable' indirecto de esta decisión, el pianista gaditano Chano Domínguez, este año regresará a la muestra, aunque para tocar ante menos que aquellas casi 5000 personas que presenciaron su concierto en 2001 batiendo todo los records de la historia del Festival. Junto a Chano, en su cuarta actuación aquí, estarán también Chucho Valdés, Pee Wee Ellis, Oregón, Bill Frisell, Bill Bruford, Stacey Kent, No Fear, Terry Calier y Rosa Passos, que tiene a Almuñécar como su segunda casa ya que es la tercera vez que actúa.
Esta edición ha sido ampliada en un día más, del 14 al 23, y pospone para otro año su tradicional noche de blues. Entre las actividades paralelas se echará de menos el curso de jazz que organizaba la universidad de verano del que no se tienen noticias, aunque, por otro lado, este año vuelven las actuaciones de calle con la presencia de Connie Resh y Toto Fabris, todos los días en el Altillo (si está para entonces acabado), así como una exposición fotográfica de Pepe Torres.
El representante de la empresa patrocinadora Cervezas Alhambra, Lucas Suárez, calificó las noches de Jazz en la Costa de "mágicas" por el entorno del parque del Majuelo donde se realizan y señaló el orgullo de poder colaborar en iniciativas como esta que "devuelven a la sociedad parte de lo que ésta le da su empresa". El delegado de Cultura, José Antonio Pérez Tapias, recordó que Jazz en la Costa es una "referencia en el jazz andaluz, y para todo el estado". El festival ha entrado también a formar parte del paquete turístico de la Costa Tropical, de modo que estará también para vigésima edición en todas las ferias del sector, incluso con actuaciones en directo de presentación como en la próxima de Berlín.
La edición este año aumenta su precio a 10€ existiendo la posibilidad de adquirir el abono para todos los conciertos por 60 con el regalo del disco 'Lookin´out' de Terry Callier.
De todo bastante
Tras la jornada de apertura con Jesús Valdés el día 14, el primer sábado ofrecerá la posibilidad de bailar funk y soul con uno de los más tórridos saxofonistas que han salido de la 'academia' de James Brown (The J.B. Horns): Pee Wee Ellis, cuyo registro aún siendo muy caliente es mucho más amplio que el de su compañero Maceo Parker. El 16 de Julio se estrena en jazz en la Costa la mítica formación de Ralph Towner Oregón, cuarteto que trae a Almuñécar por primera vez la exquisita impronta ECM. Y siguiendo con guitarristas 'avantgarde' el 17 está invitado nada menos que Bill Frisell. Otra leyenda que vuelve a Almuñécar (18) es la del baterista Bill Brudford, del que con decir que estuvo en Yes, King Crimson, Genesis (gira de 1976) y con Phil Collins (en Brand X) está casi todo ya dicho. Entre las apuestas más novedosas de esta edición está la de Stacey Kent (19), pujante vocalista americana pero de crianza musical inglesa cuya textura vocal nunca deja indiferente por su registro, sensualidad y apasionamiento por los estándares (adora a Fred Astaire). El día 20 Chano ha reunido a su alrededor a la crema del jazz-flamenco nacional: McGuill, Mario Rossy, Jordi Bonell, Diego Urcola y, atención a este saxofonista: Libert Fortuny. El 21 se estrena en la muestra la formación granadina No Fear Music, nuevo proyecto de David Defries y Jesús Hernández con Valentín Iturat y Joan Masana que presentan su disco homónimo que han estado rodando por clubes ingleses estos meses atrás. Y los dos últimos días, el sábado 22 y el domingo 23, están destinados al toto terreno Terry Calier y la dulcísima Rosa Passos.
Bebo Valdés, por la puerta grande
La apertura del festival está reservada casi siempre a algún nombre de traca, en este caso a uno de los músicos al que muchos señalan como el mejor del mundo en la actualidad.
Hijo del mítico Bebo Valdés, director de la orquesta del Club Tropicana, Chucho Valdés (1941) ha desarrollado una carrera pianística en la que tienen cabida todos los géneros y que lo sitúa hoy en la cima de los intérpretes del instrumento. A los 18 años ya había grabado para el sello RCA, a los 26 entró a formar parte de la Orquesta de Música Moderna y en 1973 (junto a Paquito de Rivera y Arturo Sandoval entre otros all stars) el legendario grupo Irakere, que transformó la música popular cubana a través básicamente de su identidad dual: banda de baile popular por un lado y grupo de virtuosos del jazz. Irakere, aparte de su determinante influencia en la música contemporánea, fue el vivero en el que se criaron los más destacados instrumentistas. Con el grupo consiguió un Grammy, rindiendo homenaje a Ernesto Lecuona, tan determinante en su formación musical. Y todo ello sin olvidar su formación clásica, que se ha encarnado en sus interpretaciones de Chopin, Debussy o Ravel. De tal manera que la dimensión musical de Valdés parece que no conoce límites, proyectándose en todas estas direcciones y aportando a cada uno de estos géneros el sentido de su particular pianismo. Cinco Grammys USA en su haber son buena muestra de que la música, también, está por encima de las diferencias políticas.
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