Texto y fotos: Juanma Cantos / Rock Indiana.


Santi Campos presentó el pasado 27 de abril, en el Fórum de FNAC de Callao, en formato de cuarteto, sin dos de los músicos que forman su banda, los temas que componen su primer trabajo en solitario, "Amigos Imaginarios", un disco que vio la luz el pasado 30 de marzo, editado por Rock Indiana.

Afable y comunicativo con el público asistente, Santi Campos desgranó un álbum recomendable, en el que encuentra un hueco para un autor cómplice del rock americano setentero, pero que no olvida sus influencias contemporáneas.

"Amigos Imaginarios"

Santi Campos es sin duda una de las voces más personales y atinadas del pop-rock español de los últimos años. Si durante una larga temporada manejó con su particular visión el pop lustroso de Malconsejo, su debut en solitario "Pequeños incendios", editado en mayo de 2002, fue una rotunda confirmación de que nos hallamos ante un compositor de muchísimos quilates, capaz, además, de manejarse con enorme personalidad en terrenos no precisamente exóticos.

El pasado 30 de marzo Rock Indiana editó su nuevo disco, que lleva por título "Amigos imaginarios", y ha sido producido magistralmente por el argentino Pablo Sbaraglia en los estudios Philos el Tibetano de Madrid. En él han colaborado músicos tan dispares como Juan Ferrari, Alfonso Pachés, Ana Béjar de Orlando, Fernando Lupano (colaborador de Charly García y Raimundo Amador entre otros), Josema Martín de Vancouvers o los miembros de Nominees.

Emocionante, intenso y cálido, "Amigos imaginarios" sorprende e incluso desconcierta en una primera escucha, pero acaba cautivando por su poderosa personalidad; por unos textos espontáneos y ágiles, atípicos pero ajenos a cualquier extravagancia; por el magnetismo de unos arreglos que huyen de lo obvio pero que al tiempo obedecen fielmente a los dictados de la propia canción; por la lucidez que evidencian unas melodías escasamente convencionales pero finalmente absolutamente cercanas.

Lejos de resultar acomodadas, las canciones de Santi penetran en intrincados vericuetos que se alejan a conciencia de lo obvio, sendas no siempre fáciles pero sí llenas de un definitivo magnetismo.

Con unas referencias que pueden remitir a nombres clásicos como Neil Young o the Band y a bandas emblemáticas del rock contemporáneo, como Wilco, con un catálogo de sonidos orgánicos y naturales -guitarras acústicas y eléctricas, steel guitar, cálidos pianos y órganos, sobrios pero imaginativos arreglos de percusión...- Santi ha construido un formidable disco en el que la esencia pop de las melodías se recubre con un sólido armazón rock, un álbum honesto y directo, poderoso y certero.