Tras la colaboración de Carlos Chaouen en el recopilatorio "Cosecha de esperanza", un disco contra el hambre, promovido por Intermon Oxfam y la SGAE, en el que el cantautor aporta el tema "Semilla de la Tierra", es el turno para un nuevo larga duración -el cuarto ya en su carrera- de uno de los cantautores más admirados del panorama nacional, carlos Chaouen, quien, en esta ocasión, se atreve a mezclar rock y aires sureños, mediterráneos, envueltos en una instrumentación preciosista.

Su título es "Tótem" y verá la luz el día 31 de enero, editado por Sony BMG. Catorce temas entre los que podemos encontrar una colaboración del cantante de Marea, Kutxi Romero.

Comienza a sonar "Rachas de viento", la canción que abre "Tótem", el cuarto disco de Carlos Chaouen, y la cosa parece que va de rock duro. De repente, la canción vuela hacia el sur, a Andalucía, a Marruecos, en un viaje permanente de ida y vuelta que recorre todo el álbum. Y la letra siempre sorprendente: "Los momentos se perderán como calores de invierno, quiero mi parte de libertad y tu boca de caramelo. Tengo hambre de tus celos, así que igual hoy cenas huevos".

Tótem continúa con Buscando yerba, otra canción superior que nos sitúa ante un artista de primera, respetado por sus tres discos anteriores pero sin suerte hasta ahora para alcanzar el reconocimiento popular. Corazón, la tercera canción del disco, confirma que Carlos Chaouen es uno de los grandes autores de la música española actual. Basta con escuchar las tres primeras canciones de Tótem.

El álbum contiene 11 temas más. Son 14 canciones marcadas por el rock y por aires sureños, mezclando guitarras eléctricas y acústicas, baterías y pequeñas percusiones, energía y delicadeza. Es la música de Carlos Chaouen, enmarcada al principio dentro del mundo de los cantautores pero con unas canciones que siempre han querido escapar de los marcos. Tótem es un disco de enorme variedad en estilos, pero con denominadores comunes: la vitalidad, la calidad, el afán de un artista al que nadie le ha regalado nada, que se conoce de memoria el circuito de los pequeños bares y clubes donde se canta por muy poco, que no ha bajado los brazos y mantiene una inspiración y un espíritu a prueba de momentos difíciles.

A Carlos Chaouen le gusta definirse como "hacedor de canciones" y Tótem es, ante todo, un álbum de magníficas canciones con unas letras escritas generalmente en primera persona y una altura poética (palabra que se puede escribir pocas veces en la música) rara, excéntrica, personal y elevada. Se puede pinchar el disco en cualquier tema con la seguridad de que siempre habrá sorpresa, que nunca se torcerá el gesto, que las expectativas se cumplen de largo.

Producido por Eddy Cardoza y David Carbajo y con Kutxi Romero, cantante de Marea, colaborando en la canción Corazón, Tótem es Carlos Chaouen en estado puro. Firma todas las composiciones, se encarga de las guitarras acústicas y españolas y su manera de cantar y elaborar las canciones reflejan una personalidad y un carácter diferentes en la música española. Nada de esto es nuevo. Carlos Chaouen no es un advenedizo. Lleva tiempo trabajando con criterio, paciencia y vocación.

Carlos Chaouen nació el 21 de octubre de 1974 en la Isla de San Fernando, Cádiz. De esta tierra de arte y artistas, cuna de Camarón, viene Carlos Chaouen, con apellido que tiene detrás una leyenda: en otros tiempos, un jeque árabe desposó a una cristiana de Vejer para incluirla en su harén. Marcada por la tristeza, la mujer hizo construir al jeque un lugar semejante a su tierra natal. De este sueño nace Xauen o Chef Chaouen, un pequeño pueblo del noroeste de Marruecos, con callejuelas empinadas y estrechas, casas encaladas, fuentes de agua clara y fama de buen té.

A los 12 años, Carlos Chaouen se trasladó a vivir a Madrid, donde comenzó a componer sus primeras canciones al lado de una guitarra desvencijada mientras escuchaba a Camarón y a Silvio Rodríguez. A pesar de estas influencias, el primer disco que compró lo firmaba Barón Rojo y el rock fue su primera llamada musical. Pronto comenzó a tocar en grupos de futuro incierto, como Crápulas Flor, y tampoco tardó demasiado quedarse solo, en colgarse la guitarra y recorrer los bares madrileños enseñando sus canciones mientras estudiaba Psicología. El boca a boca comenzó a funcionar y "ese tío que escribe muy bien pero un poco raro" se hizo un hueco al lado de amigos y cómplices. Tiempos difíciles.

En 1997, Carlos Chaouen participó en Cantautores: la nueva generación, un álbum de autores noveles para el que grabó dos canciones. Un año más tarde publicó su primer disco en solitario y comenzó su periplo por los pequeños locales de toda España, compartiendo escenario con Quique González, Amaral, Javier Ruibal o Enrique Urquijo.

Maldita, su segundo disco, se publicó en el 2000 y el tercero, Universo abierto, apareció en 2003. Las críticas fueron excelentes, los conciertos no cesaban y Carlos Chaouen se mantenía firme, a la espera de su momento. Ahora llega Tótem, un álbum que recoge y destila experiencias, que ofrece el repertorio más sólido que el artista gaditano haya grabado nunca, que contiene 14 canciones como hay pocas. Y como un artesano cuidadoso de sus músicas y sus letras, Carlos Chaouen presenta Tótem para quien lo quiera escuchar deleitándose. Lo demás caerá por su propio peso.