Texto y fotos: Juanma Cantos
Un entusiasmado Miguel Bosé presentó esta misma mañana (27 de enero) en Madrid su nueva y arriesgada apuesta, que verá la luz el próximo 1 de febrero bajo el sugerente nombre de "Velvetina", un disco de concepto multidisciplinar, en el que imagen y música, entre drum'n'bass, electrónica, ritmos dances asimétricos, muros de sonido y reminiscencias de las estéticas de las vanguardias rusas, sirven para enseñarnos una especie de alter-ego del cantante, a modo de retrato actualizado a la informática del que según él mismo afirmó "será el nuevo Miguel Bosé a partir de este trabajo. Velvetina es el primer disco de mi carrera futura".
Grabado y producido por el propio cantante, junto al que, a partir de ahora, y según sus propias palabras, "será inseparable músico y productor, Antonio Cortés, con el que he encontrado un entendimiento absoluto y total", Velvetina es una sorprendente muestra de revitalizada y esperanzadora propuesta de futuro, plasmada con libertad creativa "en forma de mujer cuya cara aún no conozco, pero que espero que, cuando se dé la vuelta y pueda verla de frente, al final del proyecto, sea tan bella como estoy seguro que es".
Miguel Bosé se mostró radiante por el resultado obtenido, imaginamos que también por la independencia compositiva y formal, "reflejo de las necesidades que Antonio y yo teníamos a la hora de contar historias, asumiendo en su seno dos partes, una zona íntima, en la que he tenido que romper pudores, y otra con un gran trasfondo de actualidad; Velvetina es reflejo de ella y ella es mi gran musa", en una apuesta "con tiempo pero poco presupuesto" que un artista de su prestigio no siempre puede permitirse, en estos días en los que las producciones discográficas se encuentran atrapadas entre la creatividad y el balance de resultados, y que Miguel Bosé ha sabido aprovechar, pese a cómo está el patio, para dar un nuevo rumbo a su carrera.
Ya desde su "XXX" (1987) y mucho más con "Bajo El Signo De Caín" (1993), según nos comentó, Miguel vio que el camino a seguir era la electrónica, de ahí este Velvetina que "es la herencia directa del camino hacia nuevas formas compositivas, mucho más libres, que iniciamos con "Sereno" (2001), tras el paréntesis sinfónico que supuso "Por Vos Muero" (2004), un disco que me apetecía hacer pues se daban todas las circunstancias, se disponía de las personas, de los equipos, del presupuesto... un proyecto clásico y atemporal, que podría haber editado cinco años antes o cinco después, con la misma vigencia, y cuya vida seguro que no será acortada por Velvetina. Con este disco quiero pasar a otro mundo sonoro en la producción, que suponga una cruzada por la audacia en nombre de la música".
Reflejo de su estado de ánimo actual, radiante, como confesó, Bosé se ha atrevido a plasmar "en dos partes unidas, una sintética, pero otra también acústica", los "divertidos y fascinantes avances técnicos que permiten ampliar y personalizar el carácter de cada canción, pudiendo conseguir cualquier sonido que se tenga en la cabeza, coqueteando con referencias como Kraftwerk o cualquier estilo dentro del dance, sin querer ocultar su imitación, traduciéndola, digiriéndola y actualizándola", motivado, aún más si cabe, por su impresión sobre lo que actualmente se está realizando en el mercado discográfico. "Antonio y yo nos deprimíamos al encender la radio. Queríamos evadirnos de toda esa monotonía y hacer una cruzada por la libertad creativa".
|