Nota de prensa.
Fotos: Tom Sheehan / thecharlatans.net


Llevan quince años de carrera musical y después de tres años de silencio (su último disco "Wonderland" salía en el 2001), The Charlatans editan su octavo disco: "Up at the lake". Un disco grabado en los estudios Mayfair de Londres.

En los tres años "sabáticos" los componentes del grupo se involucraron en distintos proyectos en solitario y muchos pensaron que era el final del grupo. Pero gracias a las nuevas experiencias vividas al seguir caminos diferentes, han vuelto a grabar y mantienen un sonido fresco, un sonido rock-soul siempre innovador. Con "Up at the Lake" empieza otra nueva etapa de The Charlatans. En tan sólo 10 días escribieron las 12 canciones incluídas en el álbum.

Charlatans, además estarán presentando este nuevo álbum, en directo en nuestro país, el próximo mes de Agosto en el Festival de Benicassim "04.

Así comentan la grabación de "Up at the lake" en la web de Universal Music:
Con barba de varios días, Tim Burgess se despereza. Anoche muy tarde- bueno, más bien esta mañana - los Charlatans han terminado de mezclar su octavo álbum en los estudios Mayfair al Norte de Londres. La banda se había retirado -más bien se encerraron - en el estudio después de que los últimos sonidos de la guitarra Les Paul de Mark Collins se evaporaran en el éter del gran rock y el zumbido de los amplificadores se desvaneciera, como el último estrépito de los Chemical Brothers -poderosos beats hacían que todo se estremeciera.

Y entonces comenzó la fiesta. El batería Jon Brookes, advirtiendo que la banda había estado trabajando en el estudio Big Mushroom de Cheshire, prácticamente a diario durante los 12 meses anteriores, empezó a cargar las baterías. Martin Blunt reconoció que había llegado el momento de dar la enhorabuena a cierta gente: a Ken Nelson, que mezcló seis de las canciones en los estudios de Liverpool donde había estado trabajando en dos de los discos de Coldplay y también para los propios Charlatans - a pesar de haber estado muy implicados en la producción de la mayoría de sus discos, este era el primer álbum que los Charlatans producían por completo.

Un desagradable debate se cernió sobre la canción "Apples And Oranges", la primera canción que Collins y Burgess escribieron durante su retiro en Bodmin Moor el pasado invierno. Collins insistía en que ese no era un título apropiado para una canción con un ritmo tan marcial, tan militar. Era mejor "Rag Bag World". Burgess argumentaba que un álbum tan radicalmente diferente a la vanagloria de las luces de neón de Los Angeles que representaba Wonderland, el último álbum de la banda, necesitaba al menos una canción con un nombre que reflejara la quintaesencia de Gran Bretaña.

Tony Rogers bebió mucho aquella noche, tres de las composiciones en las que había estado trabajando en el estudio- "Loving You Is Easy", "Cry Yourself To sleep" y "High Up Your Tree" - se completaron con la voz del teclista. Con ellas se redondeaban las 12 canciones del disco. Él iba a ser el último en irse a la cama esa noche.

Esa misma noche se brindaba por el vigésimo quinto (y una semana) aniversario de la legendaria sesión de estudio de Bob Dylan y Johnny Cash en Nashville. El resultado de aquellos dos memorables días- del cual sólo se publicó la versión de Nashville Skyline de "Girl From The North Country"- ha sido uno de los discos más apreciados por Burgess" durante años. Para el cantante, ese disco fue todo un tótem durante el proceso de creación de este nuevo álbum.

Luego las cosas tomaron tintes más "Libertinos". Carl Barat amigo de los Charlies, metió sus narices en la fiesta. Se añadió una de la obra maestra de los Libertines, "Death On The Stairs" y se grabó en DAT, con la voz de Burgess. Estaba claro que la diversión acababa de empezar.

Nunca cupo la menor duda de que Los Charlatans todavía podían hacer rock, y el rock sigue los caminos más intrigantes. Por si hubiera alguna duda han creado Up At The Lake. Quince años después de su nacimiento, casi tres años después del rock"n"soul de Wonderland, de nuevo han tomado una dirección diferente y lo han hecho con entusiasmo.

Burguess no quiso repetir el falseto magistral que habían introducido en su último trabajo. No encajaba con estos ritmos. Up At The Lake es, en palabras de Blunt, un álbum "desnudo", pero no al estilo de esos "neo-folk acousto-cobblers". Tal vez "Dead Love" no contenga nada de batería o del hermoso rubor de la guitarra de Collins, pero no nos rasguemos las vestiduras aún. Los instrumentistas de chelo y viola de la Liverpool Philharmonic, le aportan un poderoso dramatismo a la sincera voz de Burgess.

Por otro lado, la canción que le da título al disco y que es el primer single es una auténtica obra maestra. Es otro de los himnos clásicos de los Charlatans, es un brindis a la vida pero también a los momentos bajos que la ensombrecen. Rezuma un aire garage y su exuberancia se crece en los orígenes más tristemente bucólicos.

El pasado mes de noviembre, Burgess y Collins se marcharon a una casa de campo en Bodmin Moor, Cornwall. A un lado, la prisión, al otro el lago, ovejas y vacas por todas partes. Tenían una televisión y Burgess se llevó un puñado de discos (incluyendo el de Cash/Dylan), Collins se llevó su guitarra y lo que Burgess denomina "su kit secreto de cuerdas y riffs", compartían las tareas de la cocina. Y juntos empezaron a escribir algunas canciones.

Ya lo habían hecho antes, eso de marcharse juntos, para Tellin" Stories, en 1997. Entonces, el Lago Windermere fue la fuente de inspiración para clásicos de los Charlies como "North Country Boy" y "How High". Pero en 1998, Burguess se fue a Los Angeles para vivir con su esposa americana, en los últimos tiempos las canciones se habían escrito a golpe de viajes de acá para allá. Funcionó bien con Wonderland, un disco lleno de velocidad, luces de neón y guitarras jet-trail, que sorprendió a todos a ambos lados del Atlántico.

"Siempre pude percibir el olor de Wonderland," sonríe sarcástico Burgess. "El olor del asfalto" Up At The Lake no podía suponer un contraste mayor. Querían escribir algo diferente, por razones creativas y también personales. Algo que por otra parte es lo que han hecho siempre los Charlatans.

"La primera canción que escribimos Mark y yo juntos fue "Another Rider Up In Flames" [en su tercer álbum Up To Our Hips]. Entonces me sentía como si fuéramos los hijos de Mick "n" Keef," dice Burgess, con esos ojos inocentes tan abiertos - incluso hoy, la mañana-después-de-la-noche-antes, seguimos sintiéndonos así. "Fue como un despertar. Sin embargo, ahora vivimos en diferentes partes del mundo y tenemos distintas formas de hacer las cosas. Seré honesto, las cosas no fueron fáciles para nosotros cuando me trasladé a Los Angeles. Pero esas diferencias no significan nada cuando estamos juntos: nos ponemos el "chip" y empezamos a escribir."

Después de Wonderland, los miembros de Los Charlatans disfrutaron de una temporada sabática. Burgess hizo un disco en solitario, I Believe, y estuvo de gira con su nueva banda (incluyendo un par de apariciones como telonero de The Rolling Stones). Collins se dedicó a la producción, y estuvo de gira con Starsailor. Los "Blunt and Rogers Roadshow" estuvieron de gira en Irlanda haciendo sesiones de DJ, Rogers produjo también un single para Moco (que fue "Single de la Semana" en NME). Jon tocó la batería en algunas canciones de Chemical Brothers y a la vez que ofrecía su apoyo a todos los demás.

"Algunos pensaron que este álbum no llegaría a realizarse, que no haríamos otro disco de los Charlies," admite Burgess. "Yo nunca lo pensé, pero todo el mundo se sentía muy pero que muy extraño. Yo sabía que ese no sería el final de los Charlatans, pero también sabía que el volver a trabajar juntos supondría un nuevo comienzo para nosotros. Tengo que aprender. El hecho de trasladarme a LA, hacer un disco en solitario, incluso meterme un poco en sesiones de DJ - todo puede servirte en tu trayectoria profesional."

De modo que para el octavo álbum de Los Charlatans, Burgess y Collins hicieron las cosas de una forma diferente. Se fueron a Bodmin, y se dieron a sí mismos diez días para hacer diez canciones. Hicieron diez en nuevo días, y se permitieron una fiesta -para dos hombres- el último día.

La primera canción que terminaron fue "Apples And Oranges". La majestuosa "Sing Me A Hymn" fue una de las canciones donde más claramente se apreciaba la inspiración de Cash y Dylan. Desplegando sus hasta ahora poco conocidos registros más bajos, Burgess evoca el espíritu de otra de las canciones de Dylan, "Lay Lady Lay" con su profundo canto. Destaca también "Watch You In Disbelief", donde canaliza los ritmos serpenteantes de "Sufragette City".

"Dead Love" se completó de forma muy rápida. Burgess ya tenía la letra, la escribió mientras estaba en Francia en su gira en solitario, desde allí le cantó la letra al contestador automático de su casa de Los Angeles. En L.A. nació también "Blue For You", una canción que habla de echar de menos a alguien.

"Ese momento, el proceso de composición del disco, fue muy..." Burgess busca la palabra adecuada, sorteando en su memoria aquellos momentos de soledad, frío y lluvia del invierno de Bodmin, y entre los escombros de la última noche encuentra una que le parece adecuada. "Misterioso", decide por fin. "Me recordaba a Viernes 13, el Lago Camp Crystal", me sentía sólo y vulnerable. El disco lo refleja un poco."

El pasado verano los Charlatans ofrecieron una presentación de tres de sus nuevas canciones en el campo de cricket de Old Trafford de Manchester, ante 20.000 fans. De estas canciones - la chirriante "Blue For You", la emotiva "Try Again Today" y la poco uniforme "Feel The Pressure" - es la última sin duda la más sobresaliente, cortesía de la efervescente producción de Los Chemical, Tom y Ed (La duradera amistad entre las dos bandas también se aprecia en el próximo álbum de los Chemical, en el que Burgess canta y Brookes toca la batería)

Finalmente, hay que mencionar la hermosa "Loving You Is Easy" de Rogers. Rich con su voz versátil y Burgess relegado a los coros (cantando lo que suena como un sampler de "You"re So Vain"), hacen de ésta una canción singular. Una cuerda más para su arco, otra flecha para los Charlatans.

"Ha sido un disco muy bueno de hacer" se entusiasma Burguess. "Si Mark y yo nos hubiéramos ido a Bodmin cualquier otro día o en algún otro momento de este año, el disco habría sido totalmente diferente. Eso es lo que me encanta de los discos: es un fastidio llegar allí, pero cuando llegas, puedes conseguirlo, ya puedes hacer la instantánea".
Pero después de tantos años, tantas instantáneas. ¿Cómo han podido los Charlatans con todo eso? ¿Por qué están todavía aquí? ¿Por qué siguen trabajando?
Burgess se rasca la barba y afirma, "nos encanta la música, y no podemos parar. Soy un buscador," indica. "Todos lo somos".

Y luego se marcha de nuevo, devolviendo su atención a esa fiesta que sólo terminó hace unas cinco horas. Esa fiesta de la que surgieron las hermosas voces y los cambios espectaculares de Up At The Lake.

"Quería que esto sonara como "Lazy Sunday"," afirma. "Eso es lo que pienso y el título de la canción recuerda a The Beatles interpretando "Your Mother Should Know" mientras bajan las escaleras en el Magical Mystery Tour, todos vestidos de blanco y con sombrero, bailando como Fred Astaire. Pero también me recuerda a Dixon Of Dock Green-" dice.
Pero ahí debemos pararle. Su cerebro está en ebullición. Debe haber estado de fiesta. Vale. Up At The Lake es un álbum.