Nota de prensa Planta Baja.

La sala Planta Baja de Granada y la sala Industrial Copera programan, en paralelo al XXIV Festival Internacional de Jazz de esa ciudad, el ciclo de conciertos Jazz Siglo XXI, en el que se dan la mano jazz y electrónica.

Durante el transcurso de la década de los noventa, la música electrónica, hasta entonces relegada al ámbito de la vanguardia, experimenta una popularización sólo comparable a otras revoluciones musicales como el surgir del rock & roll o el pop en lo que a aceptación popular se refiere. Este proceso viene propiciado por multitud de factores sociales, culturales y tecnológicos, que no vamos a entrar a valorar aquí, pero indudablemente tiene lugar en gran parte alrededor de la pista de baile. En todo el mundo el número de jóvenes que se atreven a juntar beats y loops con su ordenador como única herramienta, crece en progresión geométrica conforme avanza la última década del siglo pasado.

Hoy en día la música electrónica está presente en cualquier ámbito de los que nos rodean cotidianamente y ha pasado a formar parte de nuestra realidad. Son mayoría los festivales y encuentros musicales que no han podido permanecer impermeables a esta corriente y que la han incorporado a su programación. El Festival Internacional de Jazz de Granada, que este año celebra su vigésimo-cuarta edición, da cobijo, por segundo año consecutivo, a una sección paralela dedicada al encuentro entre jazz y música electrónica.

Desde los primeros tiempos del house, una de las primeras corrientes de la música electrónica pensada para el baile, la complicidad con la música de extracción negra norteamericana fue bastante férrea. No en vano el house surge en Chicago, Illinois, como continuación natural de la música disco y soul, y por lo tanto siempre tuvo un componente funk innegable. Con la evolución natural de estas corrientes pronto llega el encuentro con lo que al fin y al cabo no era sino su propio legado. Ya desde mediados de los años ochenta había músicos de hip hop que conscientes de que nada surge sin antecedentes deciden rebuscar entre su pasado inmediato y rápidamente llegan al be bop y al cool y comienzan a coquetear con sus formas para incorporarlas a su lenguaje. En este sentido, no sólo Miles Davis, siempre a la búsqueda de sonidos novedosos, vio en el hip hop una nueva vía expresiva para el jazz, sino que los mismos músicos de hip hop adoptaron el lenguaje y la estética del jazz como propios (baste el ejemplo de Us3, que con un par de samplers de Herbie Hancock y de Grant Green barrieron las listas de éxitos mediados los ochenta).

Aquello fue solo el principio. Desde entonces se han convertido en legión los músicos que elaborando una música formalmente electrónica, parten de presupuestos musicales que no podemos denominar de otro modo sino como jazz, dando lugar a géneros nuevos como el nu jazz o el jazz-house. El resurgir y la posterior recuperación de estilos, sellos y artistas algo olvidados, como el jazz-funk o Blue Note se debe en gran medida al auge de la música electrónica. El proceso tiene sus efectos también a la inversa y a día de hoy compañías clásicas de jazz como Verve y, sobre todo, Blue Note Records ofrecen algunas de las más interesantes propuestas de la música electrónica actual.
El Festival Internacional de Jazz de Granada no podía permanecer ajeno a todo este proceso y bajo la producción de Sinestar Poulidor ofrece cobertura dentro de su programación a las corrientes electrónicas del jazz del siglo XXI dentro de los espacios donde se desarrollan con más naturalidad: como lo hizo el jazz en sus comienzos, estos espacios no son otros que las pistas de baile.

El programa de actuaciones es el siguiente:

Sábado 15 Noviembre - 00:00 h.
WATCH TV - Hi Top Records (España)
Sala Planta Baja - C/ Horno de abad 11 18002 Granada
Entrada libre

Viernes 21 noviembre 23:30 h.
JAZZANOVA
STEVE COBBY -FILA BRAZILLIA-
NIGEL HAYES
Sala Industrial Copera - Ctra. de Armilla, C/ La Paz 7 Granada
Anticipada:
15 Euros -Discos Mal Gusto, Taquilla Teatro Isabel la Catolica, Oxian-
Taquilla:
18 Euros

WATCH TV:

Watch TV es uno de los productores más creativos y prolíficos de música electrónica de este país. Ha pinchado en Bélgica, Portugal y Turquía, y también en Los Premios Goya, Sónar, Elektronikaldia, The Room, Kathmandu, El Mercat de las Flors, Doctor Music, etc. Entre sus trabajos destacan su primer disco para HiTop, Watch TV presents The After School Special, programación y producción del cd debut de Chop Suey Coin Operated Feelings" y el cd de Shiva Sound (editado por Cosmos), el lp de TV People, The Turntable Thief, el recopilatorio Evil Tunes. Ha realizado remezclas para Axel Krygier, Beady Belle, Big Toxic, El Agujetas, Estereoceáno, Chazam o Manta Ray entre otros. Sus sesiones están llenas de downtempo, funk y jazz de última generación. El caso es que Watch TV es uno de los artistas más relevantes de la electrónica nacional, y su capacidad de trabajar estilos diversos se refleja no sólo en sus propias producciones y remezclas sino que se ha mostrado muy apta para el cine, y más de un tema suyo ha aparecido en películas como "El Arte de Morir", "Amor, Curiosidad, Prozack, Dudas" o "Mi Vida sin Mi" de Isabel Coixet.

NIGEL HAYES:

Nigel Hayes es un pionero de la simbiosis entre el jazz y la electrónica, y uno de esos casos en que su historia es mucho más rica que su discografía. Cuando comienza su andadura en Londres aún caían del calendario las hojas de los ochenta, pero será a partir del 89 en Glasgow donde, tras pasar por diversos clubs, conoce a Funk D'Void con el que, además de una duradera amistad y la pasión común por los sonidos clásicos del jazz-funk, realizará diversas colaboraciones y más tarde un álbum conjunto -Game on!- que firman con el nombre de Chaser. Se trata de una obra que combina el por entonces creciente panorama deep-house escocés con la brillantez de las producciones neoyorkinas. No en vano, Nigel había pasado unos años pinchando en diversos clubs de la gran manzana en los 90, e incluso llegó a trabajar en la famosa tienda de discos "Dance Tracks", propiedad de Joe Clausell, donde seguro que se hizo con un buen bagaje de maxis. El disco llama pronto la atención y recibe los elogios de Gilles Peterson, Krueder & Dorfmeister o Laurent Garnier. De los temas del álbum se editan remezclas a cargo de Ian Pooley, Fila Brazillia o Abacus. Precisamente para estos canadienses hizo durante su etapa americana, trabajos de productor que fueron publicados por el sello de Chicago Guidance Recordings, para el que también firmó algunos temas con el sobrenombre de Charly Brown. En el 98, durante una gira por Bulgaria, conoce al colectivo Sunshine Enterprises, y la conexión es inmediata. Le invitan a pinchar en su club en Viena, donde se convierte en asiduo, y le animan a realizar un nuevo album. El resultado es .But is it art?, un soberbio compendio de deep-house, dub y house-funk, al que tan buen partido le han sacado muchos dj's de house caliente. Nigel reside actualmente en Barcelona y en el último año ha visitado Granada en varias ocasiones. La elegancia y el groove de sus sesiones han encandilado a todos los amantes de la buena música de baile, como lo hará el próximo viernes 21 de noviembre en la gran fiesta de Jazz S. XXI

STEVE COBBY (FILA BRAZILLIA):

Steve Cobby es el 50 por ciento de Fila Brazillia, un dúo que desde la ciudad de Hull -la que inmortalizaron Housemartins en su primer disco- dirige desde hace más de una década el sello Pork Recordings, del que son las principales figuras. Tras abandonar Ashley & Jackson, una formación de dance-pop de cierto éxito en las Islas Británicas, Steve cambia Manchester por Hull y allí conoce a Dave McSherry. Juntos forman Fila Brazillia y el sello en el que editarán The Mermaid, su primer 12'' unánimemente aclamado por su innovadora fusión de funk, house, dub, hip hop y acid jazz. Sus siguientes trabajos sitúan a Pork Recordings entre los sellos más respetados del panorama breakbeat/trip hop del underground británico. Son reconocidos como influencia por la mayor parte de los artistas centroeuropeos que años más tarde conformarán la escena downbeat y nujazz: Tosca, Krueder & Dorfmeister, Jazzanova o Gerd los consideran modelos y pioneros del encuentro entre jazz y electrónica. Desde entonces han construído una sólida carrera con más de 10 álbumes publicados y se han ganado una merecida reputación como remezcladores. Algunas de sus más celebradas remezclas (para Radiohead, Moloko, Lamb, Dj Food, The Orb.) se pueden encontrar en el triple vinilo Brazilification. Con un nuevo disco de Fila Brazillia que ha visto la luz hace solo unos meses, y otros proyectos paralelos (Heights of Abraham), Steve Cobby es uno de los mejores freestylers que se pueden ver actualmente sobre los giradiscos. Nada de house, nada de techno; ritmos libres con aromas jazzy de la mano de uno de sus inventores.

JAZZANOVA:

Con un talento especial para manipular las estructuras del jazz y acercarlas a la pista de baile, Jazzanova es un proyecto colectivo con base en Berlín, que antes de la publicación de su esperado primer álbum, ya se habían ganado el respeto de medio mundo por las remezclas hechas para otros artistas, algunas de ellas publicadas en varios vinilos: 4 Hero, Trüby Trio, Kyoto Jazz Massive, UFO, Koop, Ursula Rucker o Ian Pooley son algunos de los músicos remezclados por Jazzanova, que respetando los originales, logran con su ecléctico cocktail de bossa, drum'n'bass, trip hop y downtempo, aromas y texturas personales en las piezas que tocan. Formados en 1995, en el 97 el sello muniqués Compost (podríamos decir que el primero que hizo que Alemania se abriera a otros ritmos fuera del techno y del house) les publica su primer maxi. Gilles Peterson, cómo no, lo promociona con entusiasmo desde su programa de la BBC, y a partir de ahí las ofertas para producir discos y dar sesiones se multiplican. El encanto retro de sus temas, el aire a músicas de baile de otras décadas con sonido futurista, cautiva a los asiduos de los clubs más cool del planeta, y en el 2000 reciben el premio al artista más innovador en los Ibiza Dj Awards. Mientras tanto, su esperado debut en largo aparece finalmente en 2002 y mantiene la reputación de Jazzanova como maestros del downtempo contemporáneo y el jazz futurista. En sus sesiones, Jürgen Von Knoblauch, uno de los tres miembros del colectivo que pasea el nombre de Jazzanova por las pistas de baile, y que vendrá acompañado por un video-jockey, rehuye igualmente los ritmos fáciles y repetitivos para buscar propuestas más audaces.