Texto: Juan Jesús García
Vetusta Morla: "Somos unos tipos alegres haciendo canciones tristes"
Uno de los discos más valorados de los últimos meses ha sido el debut de los madrileños Vetusta Morla, tras casi diez años de existencia que les ha llevado a actuar hasta en el Líbano. Un disco que crece con cada escucha.
- Lo primero es lo primero: en diez años da para pensar cada nota y cada palabra... ¿por qué tanto?
- Tampoco se puede decir que hayamos pasado una década pensando en el disco en cada detalle y en cada palabra. En Vetusta Morla hemos sido nosotros mismos los que hemos marcado el ritmo de nuestra carrera, nosotros mismos los que hemos planteado los retos y los que hemos solucionado cada problema y cada aventura que se nos ha presentado. Ha sido un proceso muy emocionante en el que hemos aprendido mucho y hemos delimitado poco a poco los márgenes de nuestro universo sonoro y lírico.
- Un diseñador 'cool' despreciaría inmediatamente su portada, pero... en su sencillez hay una atractivo irresistible y muchas interpretaciones posibles... cuénteme algo por favor.
- Nos costó mucho dar con la imagen y el diseño para el disco, pero creo que definitivamente hemos conseguido que al ver la portada tu imaginación te lleve ya al territorio en el que te va a sumergir la música. El propio título del disco tiene mucho que ver con la imagen, a mi entender. Un Día en el Mundo sugiere al mismo tiempo algo cotidiano y algo épico. Eso tiene mucho que ver con la portada del disco en la que aparece un niño que salta entre dos bancos en un muelle junto al mar. El cielo y el mar son inmensos, inabarcables. Pero el niño no parece darse cuenta, está concentrado en su pequeña aventura del día, saltar de un banco a otro. Para otros será algo insignificante, pero para él es su gran audacia del día, la odisea de esa jornada.
- Mi copia no tiene las letras, pero escuchando las canciones aparecen mucha intención en los enunciados, ¿han afinado la pluma?
- Sobre todo son historias personales, cosas que nos suceden o reflexiones que hacemos sobre la realidad que nos rodea. Pero rara vez las letras tienen un único significado. Están escritas con la esperanza de que puedan sugerir otras cosas a quien las escucha, que puedan servir como inspiración para que cada uno incorpore su experiencia y lo que siente, como pequeñas adivinanzas que cada uno tiene que resolver. Así el significado de las canciones se hace más rico y más complejo, como si el tema tuviera vida propia y escapara al control del que lo ha compuesto. En mi opinión, el éxito de una canción no está tanto en su capacidad para transmitir su significado como en su capacidad para sugerir, estimular e involucrar a quien la escucha.
- Y también suenan muy melancólicas y hasta tristes, ¿son sus historias o la peculiar entonación del vocalista?
- Mucha gente nos comenta que nuestras canciones les parecen melancólicas o tristes, supongo que es un efecto creado a partes iguales por el texto, la entonación y las melodías. Pero luego salen de los conciertos con una sonrisa en los labios. Es verdad que sí hay cierto halo de lo que yo más bien llamaría ensoñación, más que melancolía. Sin embargo, creo que hay también mucha luz y energía. Se presentan a veces pasajes con una atmósfera relativamente asfixiante, pero siempre hay un brillo al final del túnel. En todo caso serían canciones tristes compuestas por tipos alegres.
- ¿Qué tiene su disco que una vez que termina entran ganas de apretar el botón de 'replay'?
- Nos halaga que digas esto. Que alguien tenga ganas de escuchar de nuevo el disco según termina es un verdadero piropo en estos tiempos de consumo instantáneo y de productos culturales de usar y tirar. No sé por qué será, de hecho, si conociera el secreto, ya tendríamos asegurado el éxito del segundo disco. Quiero pensar que es porque en la música de Vetusta Morla hay pliegues ocultos, en el sonido y en las letras, que se van descubriendo poco a poco. Ojalá haya un impacto emocional inmediato cuando se escucha, pero ojalá también cuando termine el oyente, vuelva al comienzo para descifrar todos los pequeños detalles y misterios.
- Han tocado en Beirut, ¿se sienten sensibilizados hacia la tragedia libanesa?
- Para nosotros fue un impacto ver en las noticias el inicio de la guerra en verano de 2006 cuando Israel volvió a bombardear Beirut. Justo 2 años antes habíamos participado en el festival libanés Anti-Crise y, además de vivir una experiencia personal muy intensa, pudimos perdernos en la ciudad con sus cicatrices de guerra aún visibles y con su intento cotidiano por volver a la pacífica y próspera situación de antes de su guerra civil y de la primera invasión por parte de Israel. Uno no llega a conocer un país en 10 días, claro, pero por lo que vimos allí parecían cerca de lograrlo. Y entonces, otra vez, la guerra hizo aparición, las ruinas cayeron sobre las ruinas e incluso llegamos a temer por la seguridad de algunas de las personas que conocimos allí. Lamentablemente, recientemente el conflicto ha rebrotado en el Líbano un territorio que parecía haber escapado de la espiral que envuelve toda la zona de Oriente Medio. Es una situación política complicadísima, en la que no hay que caer en visiones maniqueas de quiénes son los buenos y los malos, aunque desde luego la actitud del gobierno de Israel y de los grupos armados de Hezbolá causan un sufrimiento injustificable y violaciones flagrantes de los Derechos Humanos. Pero bueno, sólo somos una banda de rock, no vamos a jugar a analistas de política internacional. Sólo nos resta decir que, aun a riesgo de parecer una "miss" deseando la paz mundial, nos encantaría hacer un concierto apoteósico en una ciudad de Beirut restaurada y libre de violencia.
- ¿Habrá que esperar otros diez años para el próximo?
- Espero que no, aunque desde luego, no vamos a hacer el segundo disco de cualquier manera porque sintamos impaciencia. Sería traicionar nuestra forma de hacer las cosas si dejamos de prestar atención a los detalles. No nos interesa entrar en ningún tipo de dinámica industrial de sacar un disco por año, ni ponernos ninguna presión extra. Ya va a ser suficiente reto superar un debut que, honestamente, creo que ha sacado lo mejor de nosotros mismos.
Vetusta Morla: "Las bandas de ahora suenan mejor y tienen más cultura musical"
Texto: Eduardo Tébar
Tras casi una década de barbecho, en los que Vetusta Morla han echado raíces en el circuito del directo, le ha llegado la hora de la verdad a este sexteto madrileño. Sin duda, 2008 está siendo su año. No paran de cosechar alabanzas con su debut discográfico, 'Un día en el mundo'. Un trabajo de rock abigarrado que huye de tópicos y simplezas, pero que derrocha pegamento melódico. En parte, gracias al hallazgo que supone para este país la voz de su cantante Pucho.
- Otros tiran la toalla. ¿Cómo han resistido nueve años hasta sacar la cabeza?
- Supongo que el disfrutar de lo que hacemos a cada rato con las personas con las que queremos. Construir todo esto con amigos que están a las duras y a las maduras. También saber que estábamos en el camino correcto, trabajando bien.
- ¿En qué sentido se consideran unos desmarcados de los patrones del rock?
- Nos hemos criado con el rock, por lo tanto no creemos que nos desmarquemos tanto. Sí es cierto que el rock hermético encierra muchos prejuicios. Más que en estilos, preferimos centrarnos en las canciones. Escuchar cada una y estar abiertos para darle lo que pide, esté o no en el patrón roquero.
- El disco, para ser 'Un día en el mundo', se lo pensaron mucho.
- Lo dimos todito. En este disco están puestos los higadillos a todos los niveles: emocional, profesional y económico. No entendíamos otra manera de hacerlo, tenía que ser un disco construido a base de energía, toda la que llevábamos acumulando durante estos años.
- Algunos lo han situado como el mejor debut español en años. ¿Están de acuerdo?
- Como entenderá, no somos nosotros los que debemos juzgarlo. Ha sido el mejor disco con el que ha podido salir Vetusta Morla porque lo hemos hecho lo mejor que sabíamos. Este tipo de comentarios estimulan pero tampoco podemos tenerlos muy en cuenta. La música no es cuestión de rankings.
- Uno de los aspectos que más gustan de Vetusta Morla es lo que cuentan. ¿Qué importancia le dan a las letras?
- Toda, igual que a la música. Letra y música son indisociables. En una canción te llega el paquete completo. Lo que se dice y cómo se dice. Trabajamos mucho la manera de decir las cosas y que todo encaje.
- Una vez arrancados, ¿a qué aspiran?
- Seguir teniendo la necesidad de hacer canciones y poderlas compartir con la gente.
- ¿Qué opinan del panorama musical en España?
- A nivel musical, hay gente mucho más preparada que hace años. Las bandas suenan mejor y tienen mayor cultura musical, a pesar de que interese seguir mitificando la Movida. Se ha reforzado el concepto de directo y el público lo ha hecho propio. Hay una escena de bandas que funcionan por sí mismas. Las compañías están a por uvas, se han quedado muy atrás en esta historia. Se les fue de las manos. Quizá, lo que echamos en falta a veces son canciones...
- ¿Cómo plantean los conciertos?
- 'Un día en el mundo' surgió de los escenarios, de la energía del grupo en directo. Ahora toca devolverlo a su lugar de origen y hacer junto al público una bola que crezca.
- ¿Piensan ya en un segundo día en el mundo?
- Nunca segundas partes fueron buenas. Este día será largo.
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