Texto: Juan Jesús García.


Tarik: "Ser indie es un accidente"

A muy principios de los ochenta Tarik y la Fábrica de colores se hizo con el prestigioso concurso Alcazaba Rock (091 ganaron allí el derecho a su primer disco el año anterior, y antes Danza Invisible, y el arriba firmante ejerció de jurado esas tres, y las demás ediciones, así que no es objetivo). Sin embargo el tiempo ha mutado el perfil del cordobés y ya entrado en los dos miles el regreso es sorprendente por su don de la contemporaneidad. En todos los sentidos, en todas las dimensiones, Tarik, vuelve a estar de actualidad con un disco que no tiene tiempo ni espacio: contra el pensamiento único y la obligatoriedad de oír siempre lo mismo de los mismos ¡la fábrica de colores!

- ¿A qué se debe su intermitencia?

- A no haber estado absorbido nunca por la industria por no haber recalado hasta ahora en una compañía discográfica de cierta solidez. Después de Sequentialee vendrán por contrato dos discos más, así que me veré obligado a producir uno cada año y medio, más o menos. Eso para mí es una enorme responsabilidad. Lo ideal sería hacer uno cada dos o tres años, es decir: disco - gira - año sabático - disco - gira - año sabático... y así sucesivamente, je, je.

- ¿Y que fue de Tarik en los noventa?

- Demasiados años sabáticos.

- Le recuerdo de negro absoluto en Yacentes y en el concurso de Jerez, así que hablamos de una carrera de muy largo recorrido ¿cómo ha visto el discurrir del pop español en este tiempo?

- ¿Largo recorrido? ¿Es por eso que me hablas de usted? ¿Votaste a Tarik y la Fábrica de Colores? Mmm... Creo que a la final llegó también un grupo de Granada. Eso me hace sospechar que no. Sólo recuerdo que la mayor parte de los grupos que escuchábamos entonces nos parecían malísimos, así que probablemente nosotros también lo éramos. Ahora hay más calidad, mejor criterio y mejores medios. Antes sólo había más ganas pero, ojo, no confundamos las ganas con la calidad. Hablo del sector más alternativo porque el comercial era mucho mejor antes. ¡Prefiero mil veces a Hombres G que a El Canto del Loco!

- Su disco me despista, empieza ligero y pop, sigue psicodélico, de pronto lo noto arrebatadoramente soul, de pronto descarga en plan crudo y termina con una apoteosis de beat orquestal. ¿Ha sido a propósito?

- Imagínate que te levantas de la cama una apacible mañana soleada de domingo. Has quedado con tus amigos para tomar unas cañas y te recreas, camino del bar, en los radiantes colores del cielo, los árboles, las casas... Te encuentras con tus amigos y, con la euforia de la conversación y una música irresistible que suena de fondo, se te va la mano con las cañas y bebes demasiado, lo que provoca una serie de perturbaciones emocionales y sensitivas a tu alrededor. Bastante afectado por el alcohol, decides volver a casa y, una vez allí, caes pesadamente en el sofá, así que, mientras duermes la mona, tienes una serie de sueños delirantes. Horas más tarde te despiertas ya de noche y algo deprimido. Todas esas cosas pueden ocurrir en un mismo día y cada una de ella es consecuencia de la anterior, por lo que nunca hablaríamos de incoherencia ni de discordancia.

- Si es así... ¿Cuántos Tarik´s hay en uno? ¿Y todos conviven sin conflictos?

- Pueden haber muchos Tarik en uno. Depende de lo irresistible que sea la música que suene de fondo.

- ¿Qué opina de los que piensan que la variedad es dispersión y el monolitismo fidelidad?

- El otro día leí una crítica de Sequentialee en Internet y su autor -quien confesaba no poder evitar "la rémora de ex fudamentalista indie que le persigue desde adolescente" (¡!)- se preguntaba por qué no nos centrábamos en un contenido más homogéneo. Ser indie es un accidente, no algo que tú puedas elegir. La gente que se levanta de la cama con la premisa "quiero ser guay" acaba adoptando posturas ridículas. Al final, la abuela de la cantante de El Sueño de Morfeo puede ser más indie que tú y tu novia juntos. Como no hay definiciones concretas, crees que un disco de contenido cambiante no puede ser indie porque la mayoría de los discos indie suenan igual de principio a fin, lo que, por cierto, se debe bien a falta de recursos musicales, bien a falta de medios.

- ¿Y qué pinta Neil Young ahí en medio?

- Esa es la música de fondo de la que hablaba.

- ¿A quién le hubiese gustado poder meter también?

- Bueno, de los anhelos sexuales ya hablaremos en otro momento, ¿eh?

- ¿Qué hubiese hecho George Martin con este disco?

- Sonreír al escuchar los temas en castellano.

- No tengo datos de la grabación pero sé por Erik que fue por aquí ¿por qué eligió Granada y estos acompañantes?

- El disco se grabó en Andújar, se mezcló en Granada y se masterizó en Madrid. Andújar porque Pedro Cantudo tiene un estudio hecho a medida donde ha sabido combinar sabiamente las últimas tecnologías con los aparatos más vintage que ningún músico haya podido soñar; Granada porque me encanta y porque allí viven mis amigos de Los Planetas y Lagartija Nick, entre otros muchos; y Madrid porque es allí donde vivo y donde sufro el ruido y las zanjas. ¡Se han vuelto locos! ¡Están haciendo agujeros por todos lados! Realmente no entiendo cómo la ciudad se mantiene en pie.

- ¿Oiremos esto en directo o se quedará sólo en proyecto de disco?

- Lo llevaremos al directo. Pronto.

- ¿Con quiénes?

- Estará Erik a la batería, Paco Lamato a la guitarra, Mar Merino a los teclados y yo. Te voy a dar una primicia, hombre, me has caído bien (risas): Antonio Arias (Lagartija Nick) será el bajista siempre que los compromisos con su grupo no se lo impidan. Una superbanda, vamos.