Autor: Juan Jesús García
Por
siempre Joss
Llegó por casualidad, apareció se sentó a un piano y se produjo el silencio. Duró poco, porque después empezó a correr la voz de uno a otro y llegó su voz a los pocos que todavía lo desconocían. En una semana, el mundo del Jazz andaluz sabía que en Granada había un pianista inglés fuera de serie. Con su
aspecto de despistado, una amabilidad que casi era dulzura, el Joss Peach (Pepe Melocotones para los amigos) ha dejado huella en los pocos meses que ha estado en Granada La semana pasada volvió a su país para optar al Premio Nacional de Jazz Joven. Pero aquí deja muchas noches de música hasta el amanecer, muchas sonrisas, amigos y dos discos grabados, uno de ellos, el suyo propio, está a punto de salir. No se puede pedir más en pocos meses en Andalucía.
De dónde saliste Joss?
De Canterbury, allí empecé con quince años en un garito de piano desafinadísimo y poco dinero. Luego pasé por la escuela de Leads y empece a observar que no sólo había que tocar sino que también
había que estudiar mucho. Decidí hacer lo mismo que ellos y estuve varios años practicando semanalmente. Con 18 años estuve viajando por la India, aprendiendo mucho de música étnica, tocando percusión y esto fue muy importante para mi formación desde el punto de vista rítmico.
Desde dónde y por qué llegaste a Granada?
Antes de venir a Granada estuve trabajando en Alaska y en un crucero durante 4 meses, un trabajo muy aburrido y repetitivo, aunque aprendí muchísimo ya que tocaba sin bajista acompañando a una cantante, por lo que practiqué mucho el transporte y las líneas de bajo. Llegué a Granada para visitar a un amigo y por la calle me encontré con un pianista americano que tocaba diariamente en el Bohemia, necesitaba un sustituto por lesión, así que esa misma noche me estrené en el piano de ese café-jazz. Después conocí a otros músicos fuimos a tocar al Secadero, al festival de Jazz y
me integré en el jazz de Granada. He tocado mucho con Julio Pérez y Guillermo Mórente.
Cómo encontraste el ambiente musical en Granada?
Muy bueno, me sentí muy bien acogido y decidí quedarme una temporada. He tocado con muchísimos músicos y muy buenos, creo que con todos, y he visto realizado mi sueño de grabar un disco. Tocar en el Festival fue una responsabilidad y tocar en el Secadero me hizo reencontrarme con esa forma de tocar en un concierto que estás viendo, y que había olvidado, me sentí realmente satisfecho.
Cuéntanos cómo fue la grabación
Fue una iniciativa de José Luis Secadero. Grabamos en el estudio de un pintor con un piano gran cola y en un horario un poco diferente (de las dos de la mañana en adelante). El disco es una mezcla de muchísimos estilos, no sabría definirlo, una combinación de corazón y cabeza. Se llama Granada Grove.
Has trabajado con otros músicos de fuera?
Sí con Dimitn Skidanov, Toto Fabns y con el trío de David Mengual, Jon Urrutia, y Víctor Celada, con ellos montamos una super-Jam sessión. Probablemente vuelva en octubre para tocar en Barcelona con Mengual.
También te has dedicado aquí a la enseñanza.
Me ha ido muy bien, me encanta enseñar y también me ha venido my bien económicamente
(risas). Ha venido a mí mucha gente para aprender a tocar jazz, y me ha gustado mucho tener alumnos desde los 11 a los 72
años que tiene Ignacio Olmedo.
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