Texto: Eduardo Tébar
Fotos: Chus Antón
Lori Meyers: "Sonamos tan bien como Wilco"
Lori Meyers han protagonizado uno de los despegues más supersónicos del pop español en los últimos años. Tras el abrumador reconocimiento de crítica y público cosechado con sus dos primeros discos, ahora buscan la consolidación a través de 'Cronolánea', un cancionero meticuloso y variado que reafirma su pasión por las melodías 'sixties' y la vehemencia del rock de los noventa. Publicado por Universal tras la defunción del subsello La Incubadora, el álbum está producido por Ken Coomer (ex batería de Wilco), que se encerró con el sexteto durante veinte días en un cortijo para rematar una grabación que Noni (cantante y guitarrista) cataloga de "práctica".
- Una de las novedades de este trabajo es que Alejandro (guitarrista) lleva la voz cantante en varios temas. Van camino de convertirse en un tándem Lennon-McCartney...
- Alejandro lleva mucho tiempo haciendo canciones. Lo que pasa es que antes estaba más liado con el conservatorio y no tenía tanto tiempo. Compuso cuatro o cinco temas, de los que escogimos los tres mejores. Él sabía cantar incluso antes que yo.
- A pesar de los obstáculos, los dos primeros discos tuvieron un impulso meteórico en cuanto a ideas y público. ¿Da vértigo mantenerse en el tercero?
- Con los dos primeros discos fuimos dando pequeños pasos. Creo que eso es importante: hacer canciones. En el último álbum siempre cargas con más aprendizaje que en el anterior. Así que el cuarto será un poco mejor.
- Aunque aquí se percibe de nuevo el nervio de 'Viaje de estudios'...
- Cuando grabamos 'Viaje de estudios' pasó todo muy rápido, no pudimos asimilar lo que ocurrió. Luego, 'Hostal Pimodán' se compuso en los hostales. En cambio, antes de sacar éste hemos vivido un intervalo de dos años en los que hemos estado en casa con los amigos y la familia. De ahí han salido muchas canciones, que además han surgido con más rabia.
- También enriquecen los arreglos. Superada la etapa 'Ángeles', ¿se plantean un periodo 'Módulos'?
- Todos tenemos el nexo de los sesenta y el rock. Pero ahora, al ser seis componentes, se crea un batiburrillo especial. Por eso aludimos en el título a la cronología y a la miscelánea, porque es la mezcla de lo que hemos hecho en todo este tiempo.
- Y repiten con productor americano, en este caso un ex Wilco, Ken Coomer. ¿Cómo ha resultado la experiencia?
- Se nota en que suena mejor y más abierto que los discos anteriores. Nosotros no somos Wilco, tenemos otras influencias, pero creo que sonamos igual de bien.
- Los Bryds, que forman parte de sus referentes, acabaron acariciando el rock duro allá por el setenta. ¿Descartan embrutecer el sonido?
- Este disco ha salido así porque son nuestras influencias y nuestras vivencias. Puede que llegue una época en la que no paremos de escuchar AC/DC. Los Byrds no fueron los únicos. Eso también ha pasado con los Flaming Lips o Radiohead, que han empezado en el punk o en el indie y han terminado en el pop o en la electrónica. Esos grupos son de puta madre porque evolucionan a mejor y cada vez se exigen más. Siempre habrá gente a la que no le gustas y gente a la que le flipas.
- ¿Y cómo asumen Lori Meyers la dicotomía entre lo británico y lo americano?
- Tenemos una mezcla especial entre española, británica y americana, moviéndonos por los sesenta y los noventa. De momento nuestro público está en España. Terminaremos esta gira tarde porque en verano tocaremos en festivales. Después nos plantearemos ir a México, porque tenemos amigos que han ido allí y algún concierto caerá.
- Ya están más cerca de la treintena, ¿siguen padeciendo el síndrome de Peter Pan?
- Supongo que ese síndrome lo padecemos todos porque va en la condición del músico; alguien a quien le gusta viajar, estar en conciertos y hacer cosas diferentes de lo habitual en mentes cuadriculadas. Ese espíritu siempre está ahí. Con 27 años lo llevo bien, pero puede que a los 37 me venga alguna una crisis (risas).
- No obstante, les gusta aprender de los mayores. Sin ir más lejos, este año compartieron escenario con Lagartija Nick.
- Son muy amigos, igual que Los Planetas y casi todos los grupos de Granada. Los conocemos desde hace mucho tiempo. Con Antonio (Arias) y con Juan (Jota) tenemos una relación muy especial. Nos gusta colaborar y salir de copas con ellos. En la ciudad gustamos porque nuestras voces se parecen a las de Los Ángeles, con esas armonías de coros entre altos, medios y graves.
- Por cierto, después de terminar a la gresca con la compañía independiente en la que debutaron, ¿cómo les va en la 'multi'?
- Bien porque nos hacen un mínimo de caso, que es lo único que pedimos. Queremos hacer las cosas a nuestra manera, lo cual ya no es problemático porque hay un contrato que lo dice. Por lo demás, se trata de pasarlo bien. Además trabajamos con un equipo joven que entiende un poco más la música que los típicos disqueros de hace veinte años.
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