Texto: Juan Jesús García
Fotos: javierbergia.com
Javier Bergia: "La cultura actual se contempla como fenómeno de masas"
Javier Bergia es una de las grandes voces de este país; con diez discos publicados y un sin fin de colaboraciones este madrileño de sensibilidad a flor de piel es también la mano derecha de Ismael Serrano, en alma y también en cuerpo ya que es el centro de su grupo en concierto.
- Usted pertenece a la, llamémosle, generación intermedia de la canción de autor, la que fue ninguneada por el fulgor de las 'Movidas' de la Transición, ¿aquel cambio de ética por estética ha dejado secuelas?
- Unas secuelas irreparables para toda una generación y consecuentemente para las generaciones posteriores. Perdimos una oportunidad maravillosa de ser consecuentes con los enormes referentes musicales que había hasta entonces, las discográficas en connivencia con las instituciones, perdieron el respeto por la cultura y la música en términos comerciales se aceptó como expresión intrascendente y pasó a ser algo frívolo e insustancial.
- La resaca de los setenta se tragó injustamente a muchos nombres (pienso en Hilario Camacho por ejemplo), ¿se ha reestablecido la normalidad ya?
- Afortunadamente hay una generación de músicos, cantautores y artistas que sorprendentemente trabajan y persisten en el intento de restablecer unos puentes entre aquellos referentes y estos tiempos.
- A su lado han estado grandes creadores como Luis Delgado, Arteche, Paniagua... con proyectos memorables como Finish Africae y otras muchas aventuras que son de culto, ¿tan difícil es llegar al gran o medio público?
- La influencia que ejercen los poderes públicos y privados, los grandes monopolios de la comunicación y las multinacionales sobre la cultura y el consumidor en términos generales es perverso e imparable, la cultura sólo se contempla como un fenómeno de masas, dirigido a un público escasamente ilustrado con el fin de ser altamente rentable desde un punto de vista económico. No es fácil pues el acceso a los pequeños formatos que desamparados por estos poderes sólo se pueden contemplar en auténticos foros semiclandestinos.
- En su caso ha hecho trabajos para infinidad de otros artistas, ¿le gusta trabajar en equipo?
- Trabajar en equipo es terapéutico, ofrece la posibilidad de compartir e intercambiar conocimientos, en la música con un poco de suerte esto es una fuente permanente de enriquecimiento en lo personal y para el objetivo.
- Y es conocido por su labor al lado de Ismael Serrano (que además en público le manifiesta sus respetos), ¿cómo se produjo su encuentro y fichaje?
- Con Ismael Serrano llevo trabajando desde que empezó su andadura musical. Buscaban un multiinstrumentista que aportara sobre todo instrumentos y conocimientos rítmicos relacionados con la música africana y oriental y me ofrecieron la posibilidad de incorporarme a un elenco de notables músicos y buenos amigos. No dudé en incorporarme, el encuentro no pudo ser más satisfactorio, tanto en lo profesional como en lo personal.
- Le recuerdo en Motril...y con Ismael, pero no en Granada solo. ¿Le ocurre como a Javier Paxariños, que (en ese caso siendo granadino) nunca ha tocado en Granada?
- Actualmente hay una ausencia notable de circuitos que permitan a artistas como yo, depués de una larga trayectoria, mostrar nuestro trabajo al margen de las instituciones que generando una competencia desleal solo programan, dilapidando enormes cantidades de dinero público y con criterios particulares, espectáculos de dudosa aportación cultural.
- Madrid ha sido el motivo de alguno de sus discos, ¿el Madrid actual de 'Espía como puedas' se merece más canciones?
- Yo he compuesto canciones que hablan de un Madrid que ya no existe, de hecho llevo viviendo casi treinta años fuera de esa ciudad. Me repugna la permanente trifulca por mantenerse en el poder a costa de lo que haga falta que mantienen ciertos políticos con cara de nécora y más aún en estos tiempos con la que está cayendo.
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