Texto: Juan Jesús García
Eddie Gómez: "La música tiene que palpitar para ser música"
Eddie Gómez es un músico de 'la vieja escuela', de los pocos que quedaban por pasar por el Festival de Granada. Músico inquietísimo, estuvo en el sitio justo en todos los momentos exactos. Nacido en Puerto Rico en 1944, la lista de iconos a los que ha secundado en las notas graves es prácticamente infinita; entre ellos Miles Davis, Mingus, Dizzy Gillespie, Freddie Hubbard, George Benson, McCoy Tyner, Chick Corea, Wayne Shorter, BIll Evans, Herbie Hancock, Bob Dylan, Carly Simon, Art Garfunkel, Mark Knopfler.... Fue socio fundador de los exitosos Steps Ahead, ha compuesto música para el cine y dibujos animados y es director musical de la cátedra de jazz del conservatorio de Puerto Rico, institución que curiosamente fundó Pau Casals. Es de los músicos que tocando consideran que menos es siempre más, y de los autorizados a tener voz y voto en la historia del jazz. En este concierto, exclusivo para Granada, viene en compañía de Stefan Karlsson al piano, y de un viejo conocido: Billy Hart en la batería.
- Su nómina de compañeros de trabajo es extensísima ¿tanto le gusta cambiar de entornos musicales o es que la vida le vino así?
- Ambas cosas. Yo cuando era chico escuchaba música popular y siempre me ha atraído la música que tiene emoción, que toca el corazón, que tiene canto, baile algo que atrae y da sentimiento; no me importa la música de donde venga, uno de mis héroes fue Miles Davis, también Count Basie... esa onda de swing.. Resumiendo para mi siempre ha sido importante encontrar componentes intelectualmente interesantes pero que tengan también corazón. A veces me he visto como un actor que hace papeles diferentes sin problemas, a mi me interesa no encasillarme, aprender, y he sido bendecido con la posibilidad de tener la oportunidad de tocar con músicos tan buenos y variados.
- Salvo la docena casi de años con Evans ¿Qué tiene que tener una formación para que dure tanto tiempo?
- Me encantaba esa onda. A mi gusta la música de cámara, la intimidad de dos o tres instrumentos. La expresión es más directa con un grupo pequeño, por lo que el trío es para mí un entorno perfecto. Aquello fue un sueño porque la interacción con él fue algo sublime, tan especial...como después sucedió con el grupo con Miles, Herbie, Ray...que establecían un equipo abierto en el que se hablaba a un nivel altísimo. Hoy en día hay quien lo intenta, pero no me parece que se consiga por que no hay concepto de grupo, de ser una familia para entenderse y saber como respira cada músico en todo momento.
- ¿Qué aprendió usted del pianista?
- Yo aprendí cómo habla un instrumento cuando se acaricia, cómo sacarle belleza y a la vez fuerza. Cómo usar la dinámicas en las músicas, empezar un solo, desarrollarlo y terminarlo...en definitiva aprendí cómo escuchar la música.
- Por contra ¿qué falló en Steps para que abandonara tan tempranamente el proyecto?
- Bueno... estuvimos como tres o cuatro años y por lo menos hicimos tres discos. Pero el último trabajo entró en una onda muy electrónica y a mi no me interesaba la dirección que estaba cogiendo el grupo, no me tocaba el corazón. Creo que entraron en una dinámica de competición con otros sonidos que a mi no me llegaba.
- ¿Se refiere al circuito más de rock? Paradójicamente en la actualidad hay muchos grupos jóvenes de jazz llevándose hacia su terreno los estándares del rock, ¿esto le atrae algo?
- Me interesa todo lo que sea honesto e integro. Si son arreglos comerciales ya no tanto. Yo he trabajo con artistas de canción, en el funk y el soul tipo Motown, que es una onda que me gusta, como hay cosas muy buenas en Prince y Michael Jackson porque tienen alma, y son de verdad. Cuando las cosas son orgánicas lo notas, sea en música, cine o literatura. Si palpitan están bien, son música, si no mejor ir a otra cosa.
- ¿Y qué recuerdo de su trabajo con Miles Davis? ¿él y Mingus eran tan particulares y difíciles como asegura la leyenda?
- (risas) No fui un músico de muchas intimidades con ellos, pero Miles, por ejemplo, era un tipo que se quedaba al fondo y callaba cuando todo estaba bien. Ahora que cuando no, se quejaba vivamente; una vez no le gustó algo mío y me corrigió con educación, pero también observé que podía ser muy fuerte e incluso agresivo con otros músicos (risas); a él le gustaba mucho el boxeo y a veces tenía un guante en el ensayo... Y (risas) la primera semana me dio un buen golpe en el vientre ¡a modo de rito de iniciación y bienvenida!. Mingus era un persona muy tranquila y correcta, a él nos dirigíamos todos como se hace a los genios, a los iconos de la música.
- Podría citarme algunos bajistas anteriores a usted que admire.
- El primer bajista que me cambió la onda fue Paul Chambers; no fue el primero que escuché pero sí el que me decidió completamente, fue un descubrimiento. Luego Ray Brown y Scott Lafaro, Sam Jones.... en aquella época eran muchos... Mingus y, tantos otros...
- Y otros contemporáneos o posteriores a usted...
- A mi me gusta desde siempre mucho Stanley Clarke, hay muchos no crea, pero él es el único que toca bien los dos instrumentos, la guitarra (el bajo eléctrico) y el violín (el contrabajo) de una forma que yo encuentro como muy interesante.
- ¿Usted los separa?
- Es que yo pienso que son dos instrumentos diferentes. Es cómo cuando vas al ejercito aquí en los Estados Unidos, que la opción alternativa para los bajistas es la tuba, pues yo los veo igual de distintos. De mi época hay muchos músicos interesantes pero de los jovencitos no le puedo decir mucho, pero sí hay uno, Peter Washinton que toca con mucho sentimiento.
- Frecuenta mucho los escenarios y los músicos europeos ¿qué diferencia encuentra entre la escena de aquí y la estadounidense?
- Es algo que les digo a mis estudiantes cuando me preguntan a dónde ir. Estados Unidos está muy bien pero pasa por una etapa desgraciadamente difícil, y aunque hay tremendos músicos creo que es en Europa donde hay mayor seriedad y respeto hacia el jazz. En Europa es parte de la cultura y hay oportunidades para quien tenga creatividad y busque su voz propia. La música tiene un sabor diferente en todos lados, pero yo creo que lo más interesante está pasando en Europa.
- Viene a España en un concierto único en Granada, ¿conoce el jazz que se está haciendo en España?
- Sé que hay mucho movimiento y gente muy inquieta. He estado en España muchas veces, es más mi abuelo es de Santander, pero no lo conozco tan bien como a Italia o Francia, pero estoy muy interesado y quiero fervientemente abrir esa puerta porque tengo una conexión de sangre. España es una conversación habitual entre los músicos, se dice que en España está ocurriendo algo nuevo, y que es original, importante e interesante.
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