Texto y fotos: Juan Jesús García


Dulce Pontes: "El fado es inagotable"

Exquisita cantante en disco y excesiva en ocasiones en directo, la cantante de Montijo es una de las voces internacionales de la nueva canción portuguesa. Fadista de la nueva generación ha ido mucho más allá en su último disco 'Focus', en el que pone voz a alguna de las piezas cinematográficas más célebres del mítico Ennio Morricone, que dirige este trabajo.

Usted comenzó cantando en el casino de Estoril, haciendo publicidad y hasta en Eurovisión ¿cuándo empezó a definirse la Dulce Pontes que ahora conocemos?

Cantar en un casino fue una experiencia no deseada pero que me enseñó a tener una disciplina de cara al público y a aprender que hay canciones que aunque las cantes mil veces siguen emocionándote, fue parte de mi aprendizaje, lo mismo que aparecer en el festival de Eurovisión, que hizo mi nombre muy popular en Portugal y un poco fuera: ¡ustedes me dieron 10 puntos! Hace ya unos diez años que empecé a darme cuenta de qué era lo que quería hacer, a partir del disco 'Lagrimas' nació definitivamente la Dulce Pontes de hoy.

¿Se siente prolongadora del legado de fadistas o cantautores como Zeca Alfonso, Carlos Do Carmo, Amalia, etc?

Esos nombres son mitos para cualquier cantante portugués, están en nuestros cromosomas. Tengo la intención de volver a ellos próximamente recuperando músicas portuguesas muy antiguas, con más de medio siglo, canciones perdidas como las que me cantaba mi padre. Para mi el fado sigue siendo un manantial infinito de posibilidades. De todas formas hay una especie de corriente sentimental porque también hay otros compositores contemporáneos que están creando fados o música inspirada en esas raíces.

A eso iba: el fado ha dado una salto de gigante en los últimos años, de ser casi una música para turistas ha sido la base para que la canción portuguesa se hiciera internacional, con usted, Amelia Muge, Madredeus, Misia, Mariza...¿como ha sido y ha vivido usted esa revolución?

Es un cambio de mentalidad que está ocurriendo poco a poco, cuando yo empecé había muchos prejuicios en torno al fado, incluso prejuicios políticos. Todo ha cambiado, los artistas, el público y hasta la industria. Se acepta que es nuestra música y se acepta también el riesgo para evolucionar. Amelia es una gran cantante con raíces en su Mozambique natal, Madredeus me parece más cerca de la música medieval portuguesa, Misía es la fadista más tradicional y Mariza una auténtica revolucionaria.

La hemos visto simplemente acompañada por un piano y también al frente de grandes espectáculos ¿dónde se siente más cómoda?

Al principio tocar con un gran grupo es más trabajoso porque requiere más ensayo y preparación y te resta libertad, pero los resultados son mucho más vistosos; la intimidad de un piano o una guitarra portuguesa requiere también su espacio, pequeño y cercano, a cambio de permite mayor expresividad. Cada cosa tiene su tiempo y yo disfruto de ambos formatos y veo al público hacer lo mismo.

En ocasiones no ha sido bien recibidos sus "excesos" vocales ¿cómo entiende estas criticas?

Yo no pongo obstáculos cuando canto. Canto lo que siento y como lo siento. Afortunadamente no tengo un timbre de voz, soy multitímbrica lo que me permite interpretar de mil formas distintas las composiciones. Me da la posibilidad de reinventarme en cada una de mis interpretaciones. Sinceramente siempre me he preguntado el porque tengo que entrar dentro de las normas, cuando solo pretendo desarrollar mi instrumento, mi voz...

Su contacto con Morricone para 'Sostiene Pereira' ha desembocado en un disco entero ¿Cómo entró en contacto con él?

Fue una casualidad, sabía que estaba buscado una canción para esa película y una amiga suya encontró un disco mío y se lo hizo llegar, le gustó, me llamó y comenzó nuestra relación profesional. Hacer luego 'Focus' ha sido un sueño transformado en realidad, un privilegio enorme. El encuentro con Morricone fue algo completamente imprevisto. Tras la película empezó a invitarme para cantar en sus conciertos y empezamos a pensar en la posibilidad de hacer un disco, que al final se hizo realidad. Trabajar con Ennio es estar con un pie en el cielo y otro en el infierno, es una gran responsabilidad.

En este disco se aparta totalmente de los registros suyos, resulta impresionante escucharla en la "Balada de Sacco y Vanzzeti" ¿le ha sido difícil estos cambios de registros y de idioma?

Siempre he dicho que soy una eterna aprendiza. Lógicamente trabajo con todas mis referencias, todos mis registros pero la realidad es que tuvo que pasar algún tiempo hasta poder empezar a escucharme a mi misma dentro de la propia lengua.

Tengo entendido que tiene proyectos conjuntos con Amancio Prada ¿de qué se trata?

Conocí a Amancio y estuve con él en Galicia y Málaga, cantamos juntos y nos emocionamos hablando de las músicas comunes, hasta el punto de pensar en hacer un proyecto que borrara las fronteras, recurriendo a la tradición de los trovadores galaicoportugueses.

Supongo que a 'Focus' le queda todavía mucho camino porque es un clásico nada más editarse ¿pero qué otros proyectos tiene ahora mismo?

Así es, todavía me quedan muchos conciertos con ese repertorio. Ahora por mi nueva situación familiar (acaba de ser madre) se ha interrumpido un gran proyecto que tenía, era 'Corazón, Cabeza y Manos': el corazón sería el fado, la cabeza la música medieval, y las manos el folklore. Sería un ambicioso triple álbum grabado íntegramente en locales y no en estudio. Llevo cuatro años trabajando en él pero, de momento, se ha detenido.