Texto y fotos: Juan Jesús García
Dianne Reeves: "Obama significa el cambio"
Aunque en los últimos años han salido muchas voces de éxito coqueteando con el jazz, a día de hoy sólo hay una diva al viejo estilo: Dianne Reeves, por voz, estilo y personalidad. Ella abrió este fin de semana los conciertos de la XXI edición del festival de Jazz en la Costa de Almuñécar.
La cantante Detroit (1956) incluso ha bordeado el éxito mayoritario tras su participación en la película de 'Buenas noches y buena suerte' de George Cloney, por la que recibió un Grammy más. Una experiencia que califica de "maravillosa" porque George Cloney "es un hombre increíble, es extremadamente inteligente y entiende perfectamente cómo hacer que las cosas funcionen para ser representadas. Para mí, en cuanto a la pantalla y las canciones, fue una experiencia maravillosa. La otra experiencia maravillosa es que era realmente guapo. Era muy fácil de admirar y genial para tenerle alrededor... ¡durante dos días y medio para mi sola!".
Aunque musicalmente se considera deudora de Sarah Vaughan, que fue "la que más me influyó a hora de utilizar mi voz, ella fue la que me abrió la puerta, la que me hizo ver y decir: 'Así , así'. Porque cuando yo estaba comenzando tenía un instrumento poco refinado, no me daba cuenta de que la voz de cada uno tenía su timbre y su propia personalidad y ella me ayudó a encontrarlos", es capaz de aceptar todo tipo de retos, desde cantar con Charles Aznavour a Cat Stevens o, en su último disco, acercarse al trino imposible de Minnie Ripperton en 'Lovin you: "Muchos de los estándares de jazz surgen cuando músicos de jazz cogen canciones populares y del pop para convertirlas en clásicos, lo hizo Miles Davis 'Time After Time' de Cindy lauper y es así porque que un tema de jazz se haga mayoritariamente popular es mas infrecuente". ¿Y qué escucha una diva?: "Tengo una par de discos interesantes con unas grabaciones perdidas de Aretha Franklin y unos maravillosos discos de Sam Cooke, al que escucho mucho y me encanta".
Aunque a ella le gusta cantar canciones de otros "yo solo canto cosas que afecten a mi vida, historias que haya vivido, mías o no, y cuando encuentro una canción que puedo suscribir es un gran festín" es una notable compositora en ocasiones desde una vertiente familiar, un entorno que le ha suministrado algunas piezas memorables ¡y compartidas!: "Yo crecí en una familla en la que se contaban historias y que a todos nos gustaban escuchar. Una familia que mantuvo la memoria viva de nuestros antepasados contándonos sus cosas. Cuando mi abuela murió quise contar su historia en una canción, porque su recuerdo me permitía vivir mejor y me enseñaba como afrontar la vida, de hecho todavía recurro a veces a sus experiencias. Cuando ella murió lo conté y sorprendentemente era una historia común a mucha otra gente".
No es ajena a las cosas del mundo y el año pasado en Barcelona despedía su conciertos pidiendo, 'paz', 'amor' y denunciando la guerra, piensa que "puede ser un mensaje muy sencillo e ingenuo, si se quiere pensar así, pero la única manera de que suceda es que cada uno de nosotros trabaje en ese sentido". Y no esquiva su opinión sobre el fenómeno Obama: "Obama es el cambio que necesitamos, y mi país necesita algunos grandes cambios".
Actuó en el escenario de Almuñécar en el concierto inaugural de Jazz en la Costa. Como a todos los músicos estadounidenses le gusta Europa "La música negra en general es vista como algo exótico en Europa por su libertad y porque incita a la celebración. Quizás sean ajenos a las raíces de esta música, pero escuchan con mucho respeto e interés, son sofisticados y querían captar todo lo que pude ser sentido y escuchado. Además son muy afectuosos" y sabe perfectamente donde va, recuerda su paso por Granada donde aseguró que le gustaría tocar en la Alambra, cuenta que en "España es soy muy bien recibida, su gente es cálida; mis últimos conciertos españoles fueron solo con acompañamiento de guitarra. Ahora voy con banda entera y me atrae la idea de que me vean con un grupo más grande".
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