Texto: Eduardo Tébar


Darren Hayman: "Los grupos británicos son muy convencionales"

Darren Hayman ya no quiere saber nada de Hefner, aquella formación británica del entorno independiente que destacó en los noventa por sus himnos a las pequeñas cosas. A veces, incluso, a las que nunca llegaron a ocurrir. Así es Hayman, un cantautor apocado que busca la felicidad en la desnudez acústica. Ahora compagina las actuaciones acompañado por su "nueva banda", Secondary Modern, con su papel de bajista en el combo de 'hierba azul' Hayman, Watkins, Trout and Lee. Ambas propuestas ultiman sus lanzamientos al mercado.

- Oiga, ¿es usted todavía un músico 'indie'?

- Sí, soy independiente por definición en el sentido de que me las arreglo solo. Otro tema es que mi música sea 'indie' en cuanto a estilo.

- Lo digo porque últimamente anda enfrascado en una formación de 'bluegrass' con otras figuras del territorio independiente como John Lee o Dave Watkins.

- Hacemos 'bluegrass' porque se trata de una música realmente divertida. Cuando tocas este estilo, el milagro es que no puedes parar de sonreír.

- ¿Así se explica su evolución hacia lo acústico?

- No me gusta que escuchar las guitarras eléctricas rugiendo en el primer plano de la canción. Generan un sonido demasiado estruendoso.

- Ahora trabaja en diversos proyectos de manera simultánea. ¿A que se debe su hiperactividad?

- No es que yo sea hiperactivo. Más bien, creo que el resto de bandas son demasiado vagas. Simplemente me gusta tocar tanto como me es posible.

- En algunos casos participa como bajista invitado. ¿Disfruta en ese segundo plano?

- Sí, disfruto mucho dando un paso atrás mientras dejo que sean otros los que acaparan el escenario. Y sí, le confieso que mi instrumento favorito es el bajo.

- ¿Qué ha supuesto su alianza con Secondary Modern?

- Secondary Modern es mi nueva banda, lo que supone un cambio de miembros. Este tipo variaciones a lo largo de una cerrera siempre son estimulantes. Tenemos un disco en la calle y otro casi terminado.

- A pesar de sus aventuras recientes, su etapa con Hefner sigue siendo la referencia a la que todo el mundo asocia su nombre. ¿Qué legado dejaron?

- A la gente le gustan los discos que grabamos, eso es algo que me alegra. Creo las bandas seguidoras de Hefner que hay en estos momentos son más despreocupadas, más flojas sobre el escenario. La mayoría de los grupos británicos son muy convencionales.

- ¿Y esa reivindicación es un lastre para usted?

- No del todo. Me gusta Hefner. De hecho, sigo tocando esas canciones en los directos. Y me temo que siempre las tocaré.

- Ahora se reúnen todos los clásicos. ¿Por qué no una vuelta de Hefner?

- No, es imposible. No hay ninguna posibilidad de que Hefner regresen.

- En cualquier caso, muchos le consideran un gran cronista urbano. Un continuador de la vía de Ray Davies.

- Me encanta Ray Davies. En concreto, adoro sus discos más raros, los que grabó en los setenta. Ahora bien, no creo que sea tan bueno como él.

- Sus canciones siempre han alternado el desamor y la conciencia política. ¿Cómo ve las cosas en la madurez?

- Me cuesta componer canciones comprometidas políticamente, pero estoy encantado de haber escrito unas cuantas después de invertir un esfuerzo considerable. Quiero contar historias sobre el tipo de gente que nunca aparece en las canciones.