Texto y fotos: Juan Jesús García
Vinicius Cantuária: "Brasil está de moda"
Tras haber vendido dos millones ejemplares de 'Tucumá', Vinicius Cantuaria es un valor hasta comercial de la música brasileña, en su perspectiva más vanguardista. Cantuaria ha trabajado con Laurie Anderson, Brian Eno, David Byrne, Bill Frisell, Arto Lindsay, Ryuichi Sakamoto en el numerosos proyectos, siempre creativos y fértiles, hasta ser considerado el gran renovador de la Bossa, en su caso novísima. Recién llegado de tocar en el célebre Ronnie Scott Club londinense, Cantuaria actuó el pasado 17 de noviembre en la sala Príncipe de Granada, dentro del ciclo Jazz World del Festival Internacional de Jazz en la única actuación que va a dar este año en España.
- Brasil está en todos sitios ¿está de moda?
- En los últimos años Cardoso y Lula han colocado a Brasil en un lugar muy visible. Claro que hay una corriente de simpatía por Lula, pero en los últimos años la cultura y la música son productos de exportación a la altura del fútbol por lo menos, no hay más que fijarse en Jobím, Gil, Caetano, Milton, el Tropicalismo, Bebel, Marisa Montes, Carlinhos... todos ellos mantienen la llama de Brasil en el mundo. Pero sí, hay una corriente de simpatía hacia el Brasil como un todo, está de moda.
- Usted vive en Nueva York desde hace años ¿es más brasileño a distancia?
- Cuando me fui a Nueva York no sabía exactamente por qué, pero décadas después estoy en N. York para ser más brasileño. Mi perspectiva sobre Brasil es más amplia, más clara. Estar lejos de los problemas te ayuda a ver más soluciones.
- Usted trabaja en un entrono de creadores de vanguardias ¿cómo encaja una música popular en ese mundo?
- La bossa, el samba y la música brasileña en general se adaptan perfectamente a las vanguardias. Es como una pared blanca en la que cada uno pinta sus colores. Las músicas del mundo no son tantas, y de todas ellas creo que la brasileña es la más influenciable y la más influenciadora.
- Usted está caballo de varias generaciones ¿se siente en tierra de nadie o acompañado por todos?
- Soy un puente entre todos, he convivido con Tom Jobim, fui su amigo y disfruté de sus palabras, Y lo mismo con Arto Lindsay . Estoy en el medio de los conservadores y la contemporaneidad. Lo importante en las artes no es tanto lo que haces como las perspectivas y las ambiciones con las que trabajas. Me siento un puente que yo me he construido sobre ambas generaciones.
- Siempre Jobim, al cabo de cincuenta años ¿no se agota?
- Yo pienso que Jobim es algo así como una fuente de inspiración inagotable. En su momento se dijo que Jobim estaba viejo, y hoy, ya muerto, treinta años después, está más vivo y joven que nunca. Jobim volcó en la música todas las urgencias y las frustraciones de un gran país, por eso sigue vigente. Cada día que pasa Jobim va abriendo nuevas puertas, es un tesoro.
- Usted ha trabajado con David Byrne ¿qué piensa de la labor de divulgación que hace en los U.S.A. a través de su compañía Luaka bop?
- Está haciendo una trabajo social increíble. Los Estados Unidos están volcados hacia si mismos con sus problemas gigantescos y no tienen tiempos para conocer el mundo. Byrne, que es un hombre con presencia, con público y carisma muy grande, está haciendo un trabajo importantísimo ya que posibilita a muchas personas poder mostrar su arte en Estados Unidos: africanos, europeos, brasileños, centroamericanos...que de otra forma no tendríamos acceso a ese gran país.
- ¿Le gustaría ser ministro como Gilberto Gil?
- No, no. (risas). Pero el voy a decir que Gil está haciendo un trabajo increíble, sobre todo teniendo en cuenta todo lo que tenía en contra: que es artista, con los grandes prejuicios que eso levanta; que es negro, en un mundo racista; que es del norte, la zona más despreciada de Brasil. Cantante, negro y del norte, lo tenía todo en contra y sin embargo representa perfectamente la cultura del Brasil en el mundo.
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