Texto y fotos: Eduardo Tébar
Bart Davenport: "Es impresionante la música que crearon Los Brincos, Los Bravos o Los Salvajes"
Tras una larga trayectoria como explorador de la música negra en todas sus expresiones y en incontables grupos, Bart Davenport cambió su vistoso tupé de cisne por una imagen más acorde con su admirado Paul McCartney. Desde que empezó el nuevo siglo, el músico estadounidense ha consolidado una brillante carrera en solitario, caracterizada por los ejercicios de soft-rock cálido y ecléctico. Bart reside en la localidad californiana de Berkeley y creció en una familia que hacía el amor y no la guerra. Acaba de culminar una gira por España, su país preferido para actuar y del que muestra un sorprendente conocimiento musical en su castellano escaso pero claro.
- Vive en California pero dice que España y Alemania son los países en los que más le gusta tocar. ¿Qué encuentra en Europa que no tenga allí?
- Supongo que mi buena relación con España se debe a la gente, la energía, la comida... Ya sabe, ese tipo de cosas.
- De hecho, confiesa que uno de sus grupos favoritos es Lovely Luna, compañeros de su sello discográfico en nuestro país (Mushroom Pillow). ¿Conoce la tradición roquera española?
- Sí, y sobre todo me apasionan las bandas que surgieron en la década de los sesenta. Es impresionante la música que crearon Los Brincos, Los Bravos o Los Salvajes.
- Aquí cuajó The Loved Ones, aquel grupo de rythm n'blues en el que usted ya apuntaba maneras de vocalista de color...
- Creo que la excelente acogida que tuvimos ha mantenido el interés en mi carrera solo, aunque sólo en parte. Hay que demostrar cosas en cada disco.
- También ha exhibido su faceta funkie en Honeycut. ¿Un blanco puede cantar como un negro?
- Por supuesto. La prueba la tendrá al revisar las grabaciones de Paul Butterfield o The Young Rascals.
- Sospecho que el ambiente hippie en el que se crió le ayudó a educar el paladar musical. ¿Recuerda sus primeros discos?
- Es cierto que crecí en un entorno bohemio. Jamás olvidaré el impacto del primer disco en solitario de Paul McCartney, con el tazón de cerezas en la cubierta. También el hallazgo del 'Rubber soul' o de aquella colaboración entre Carole King y Maurice Sendak titulada 'Really Rosie'... La banda sonora de 'Star Wars'.
- Quizá eso explique que en sus discos cruce del sonido de Steely Dan al folk británico de Roy Harper.
- He llegado a la conclusión de que lo que me tiran son las producciones apretadas. Sin embargo, al mismo tiempo adoro la lírica surrealista y a veces disfruto jugando con efectos como el 'reverb'.
- Su última publicación, 'Maroon Cocoon' (2005), recuerda el mundo onírico que Van Morrison se inventó con guitarra acústica en 'Astral weeks'.
- Oh, pues realiza usted una comparación muy agradable, pero ya me he acostumbrado a que me digan que es 'McCartney II'.
- Bien, dejaré las comparaciones y volveré al folk. ¿Le interesa profundizar en la tradición psico-folkie de la Costa Oeste?
- Desde luego, mi énfasis más primario está en la expresión más básica de la canción pop. Pero, cuidado, ¡yo no soy Devendra (Banhart)!
- ¿Cómo será su próximo trabajo?
- Lo acabo de terminar. Se llamará 'Palaces'. Como viene siendo habitual, estilísticamente se situará por todo el mapa. Tendrá un poco de folk, guiños a Laurel Canyon (barrio de Los Angeles), algo de indie-pop y del estilo de los clásicos del rythm n' blues.
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