Texto:
Juan Jesús García
Aroah: "Intento no pensar en los halagos"
Aroah ha modelado el ejemplo de cantautora indie. Aroah es la madrileña Irene Rodríguez Tremblay. Sola o en compañía de otros ha entregado dos discos llenos de delicadeza y taciturna sensibilidad, el último 'The Last Laugh' (Acuarela 2004) grabado en Estados Unidos y cantado en inglés. Aroah-Irene estuvo tocando el pasado 21 de abril de 2004 en la Plaza de las Pasiegas en el primero de los conciertos del III encuentro intergeneracional de cantautores junto a la granadina Patricia Lázaro y la navarra Aurora Beltrán.
Aroah... ¿por qué esconderse tras un nombre ajeno?
Aroah ya no es un nombre ajeno. Cuando se publicó el primer disco de Aroah, tenía la ilusión de que iba ser un grupo, pero de momento la única constante en Aroah ha sido Irene.
A Granada vuelve en un programa de cantautores ¿cómo se ve en este entorno?
Este concierto es una aventura, nunca me he movido en ese circuito, aunque la mitad de los conciertos que doy al año sean en solitario y en acústico.
No leo (y ocasionalmente escribo) más que elogios a su trabajo ¿le da vértigo tanto halago?
Cuando pienso mucho en ello, sí. Pero intento no hacerlo, no sería sano.
Por sus acompañantes de antes ¿cuál y cómo ha sido su conexión astur?
Tengo una tía-abuela en Gijón, ella es mi principal conexión astur. Cuando empecé a grabar para Acuarela coincidió que allí tenía muchos compañeros de sello. Hice amistad con algunos, especialmente los componentes de Mus, y poco a poco fui echando raíces hasta sentirme medio afincada allí.
Por aquí se estrenó con Nacho Vegas ¿cómo terminó la experiencia conjunta disco y gira?
El último concierto de ese invierno lo dimos en París. Aquella noche, mientras dormía, alguien entró en la furgoneta y robó mi guitarra, entre otras cosas. La guitarra tenía mucho valor sentimental, aparte del económico. Una semana antes, David, el batería que había participado en toda la gira, decidió que no quería tocar más en Aroah. Todo aquello ensombreció los buenos recuerdos que tengo de aquella época.
En su entorno bilingüe ¿Le pide cada canción ser interpretada en uno u otro idioma? ¿cómo se decide por uno u otro?
De una idea o un sentimiento surge una frase y de la frase, la canción. Pienso en ambos idiomas, así que quizás no haya más que casualidad por medio. Unas veces es en inglés, otras en castellano.
¿De qué forma entró G. Weeks en su vida artística?
Me invitaron a hacer unos conciertos por la costa Oeste de EE.UU. con un tal Greg Weeks y otros dos grupos, Timesbold y Nonloc. Conocí a Greg al bajarme del avión, hasta entonces sólo tenía descripciones de los de Migala (que coincidieron con él en un concierto en Ámsterdam). Convivimos todos durante dos semanas y la experiencia fue muy positiva. Por eso quisimos repetir y seguir colaborando juntos.
¿Qué diferencia ha habido entre grabar aquí y hacerlo en los USA? ¿Y entre el equipo?
Las personas involucradas en cada proceso son tan diferentes entre sí que hablar de asturianos, madrileños o neoyorquinos es lo de menos. Es más destacable, por ejemplo, la diferencia entre grabar en con un ordenador en Gijón, en ratos robados a lo largo de varios meses, y pasar un mes de trabajo intensivo grabando a ocho pistas analógicas.
Sus canciones oscilan entre la primera y la segunda persona ¿cabe todo el mundo entre el 'tú' y el 'yo'?
Aunque dependa del punto de vista, todo el mundo es un "yo" y todos somos un "tú".
El adjetivo que más se le atribuye es el de melancolía, ¿cómo funciona en las grandes distancias de los festivales donde ha participado?
Nunca me he sentido muy cómoda en grandes escenarios. Pero quizás tenga que ver con que tampoco he conocido muchos.
Buscándole antepasados suenan nombres de Joni Mitchell, Suzanne Vega, Rickie Lee Jones, Melanie Saftka o Cat Power, salvo esta última todos nombres clásicos ¿que relación tiene con ellas?
No conozco a Melanie Saftka, pero investigaré... Todas las demás mencionadas son artistas a las que admiro.
¿En Granada tocará sola o acompañada?
En este concierto tocaré sola.
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