Texto: Eduardo Tébar
Aaron Thomas: "Sólo canto para sacar mis demonios de dentro"
El estreno de Aaron Thomas no busca mayor factor sorpresa que el de la emoción. Por lo demás, sus canciones podrían estar firmadas por Radiohead sin que nadie notase nada extraño. Y ahí uno incluye los genes vocales. Aunque el artista australiano afincado en España aplica la máxima del 'menos es más' y, con un soporte mínimo, presenta el reconfortante 'Follow the elephants' por todo el país. Un ejemplo de catarsis musical vestida de belleza y preciosismo.
- Usted es australiano. Permítame el exceso de curiosidad. ¿Por qué vive en Madrid?
- Estoy aquí porque vino mi mujer hace casi cinco años. Baila flamenco, creo es el mejor sitio para hacer esto, ¿no? Nunca tuve planes de vivir en España, pero aquí estoy, y muy contento con cómo van las cosas. España, en algunas cosas, es lo contrario que Australia. En otras, es igual. Hay mucho más tranquilidad allí que en esta ciudad. Más espacio. Pero veo a los españoles abiertos, generosos y animados. Lo que me gusta más de los españoles es su sinceridad. No ocultan cosas, sentimientos ni nada. Después casi cuatro años aquí, me veo a mí mismo como una persona más sincera que antes de llegar aquí.
- ¿Cómo resumiría su travesía por la música hasta llegar a este debut?
- Un camino largo y duro, como dice Zapatero. Todos los músicos saben cómo es. A veces divertido y otras, una pesadilla. Lo digo después de llevar años tocando en garitos, comiendo patatas fritas todos los días y bebiendo demasiado alcohol. Pero bueno, sólo faltaba concentración y dedicación, en mi caso. Por fin estoy orgulloso de mí mismo. No totalmente, pero sí más que antes. Por fin estoy trabajando, tengo un grupo de amigos a los que quiero mucho y tengo la oportunidad de tocar en escenarios más grandes y presentar mi música a más personas. No miro al pasado, es un poco feo.
- ¿Se considera un músico ambulante?
- Sí, totalmente. Nunca estoy del todo contento con lo que hago, siempre pienso en la siguiente canción y en el próximo concierto. Quiero llegar muy lejos, pero no soy parte de ninguna escena ni movida. No soy un músico de moda. Creo que mi camino va a ser un poco lento, pero cuando llegue, duraré más de cinco minutos. Creo en lo que hago y en lo que llevo dentro. Sólo tiene que salir bien.
- ¿Le han comparado mucho con Thom Yorke?
- Sí, y me parece bien. No es algo malo, creo yo. Además soy fan desde que hace salió 'The bends'. La verdad es que no me importan mucho las comparaciones. Poco a poco estoy consiguiendo mi propia voz, si escucha lo verá. En directo soy distinto y creo que, con un poco de tiempo, no me van a comparar mucho más con él, o eso espero. Pero también es un piropo, claro.
- Entonces, ¿le halaga que le metan en el saco de Radiohead y Jeff Buckley?
- Es un buen saco. No puedo evitar ni esconder mis influencias, y no pienso hacerlo. No tengo miedo de admitir que son mis referentes. Es normal tenerlos. Uno tiene que sacar inspiración de muchas partes. Hay cosas que quedan en la cabeza durante años y no sabes de dónde viene esa melodía o esa idea cuando llega.
- Algunos británicos abandonaron hace tiempo la sencillez para meterse en terrenos más farragosos. En cambio, su música es cruda.
- No pienso mucho en eso. Hay muchos estilos que quiero descubrir. Lo que tengo ahora me satisface. Es un buen vehículo para presentar mis temas. Por el momento, creo que la sinceridad y el corazón del tema salen bien. Si lo que hago transmite, pues no hace falta más.
- Estas canciones desprenden un sentimiento trágico y a la vez invitan a "bailar con la muerte", como canta en un tema.
- Exacto. Hay mucha alegría al admitir que todo no va bien. Hay cosas negativas en el mundo real, es lo que hay. Soy una persona que ve el lado oscuro a veces, pero también soy una persona feliz. Sólo canto para sacar mis demonios de dentro. Estoy más contento cuando canto sobre las cosas que me enfadan y que me ponen de mal humor. De repente, no me siento tan enfadado ni deprimido.
- Seguro que en el lado oscuro le ha influido un productor como Julio de la Rosa. ¿Cómo ha trabajado con él?
- Muy bien, me recordó a la música orgánica y cruda. Siempre he sido fan de Tom Waits, pero mi propia música no lo mostró. Cuando conocí a Julio, vi las cosas y las influencias que estaban escondidas en mi cabeza, cosas que claramente estaban en su música. Aprendí, gracias a su paciencia y apoyo, que un tema, si es bueno, no pide muchos arreglos. Aprendí ser fiel a mis sentimientos y confiar en mi talento. Por eso, le debo mucho.
- Julio es un experto en bandas sonoras. ¿Le interesa el mundo del cine?
- Sí, soy un gran actor, ¿no lo sabía? Me gustaría componer música para películas, pero por el momento voy a concentrarme en mi disco y en lo que venga.
- ¿Cómo plantea estos conciertos?
- Muy bien, más agresivo que en el disco, mas energético. El escenario es mi lugar preferido, Prefiero estar ahí más que en todos los sitios que haya en el mundo. Me siento más cómodo ahí que en la calle, en un bar o en el metro. Sudo como un cerdo cuando canto, uso toda la energía que tengo. Cantar es como una terapia para mí, hay que aprovecharlo.
|