VICENTE AMIGO
"Un momento en el sonido"
Columbia / Sony BMG
(2005)
Texto: Fermín Gámez
Siempre es una nueva dicha el tener en nuestras manos un nuevo álbum de Vicente Amigo, uno de los mejores guitarristas flamencos que ha podido ver la luz. Con una carrera a sus espaldas digna de su talento entre la que destacan trabajos junto a Khaled, Paco de Lucía, Dieguito el Cigala, etc.…, y brindándonos discos como ‘De mi corazón al aire’, ‘Poeta’ o ‘Ciudad de las ideas’, discos tan grandes como su propio nombre, ya en 1993 “Guitar player” le consideraba como mejor guitarrista internacional de flamenco y su buen hacer desde entonces lo ha ensalzado al puesto de leyenda.
Pero habrá detractores, desde un tiempo a esta parte se viene produciendo la controversia entre “flamencos puros” y el llamado “flamenco fusión”, unos consideran que el flamenco es un arte que se encuadra en diferentes palos, una forma de expresión concreta, sin embargo los hay (estos los que más) que consideran que el flamenco es como un animal libre que respira arte allende va, mezclándose con los sabores y texturas mundiales, quizá sea esta la forma en la que sobreviva.
El nuevo disco de Vicente Amigo, titulado ‘Un momento en el sonido’, nos recupera a un guitarrista virtuoso, ecléctico, pero sobre todo “sobre inspirado”, acompañándole “monstruos” del flamenco como son Tino di Geraldo, Paquito González, Potito, Antonio Villar o Blas Córdoba, Vicente Amigo se enfanga, se ensucia de rumbas, de tangos, de farrucas, de bulerías y de tarantas, y nos las devuelve limpias, cristalinas, con la perfecta voz de su guitarra como un megáfono de sus sentimientos, sublime.
Temas como ‘Demipatí’, comienzo del álbum, una rumba con aire del nuevo siglo, una gran aportación de Tino di Geraldo a la batería y una muy bien compensada imaginación en las voces de los cantaores, engrandecen el viaje que ofrece Amigo.
Uno de los temas cantados será ‘Tangos del Arco Bajo’, donde el comienzo virtuoso del guitarra no deja lugar a nadie más en este titulo, a destacar la voz de Ángela Bautista, en este tipo de piezas vemos como Vicente Amigo hace cantar a la guitarra como nadie, las voces de los cantaores quedan como un detalle instrumental, mientras el peso de la historia lo llevan las seis cuerdas.
La bulería composición ‘Campo de la verdad’ será una de las más grandes de todo el álbum, nos encontramos un autor pletórico, embelleciendo sobremanera el sonido de su guitarra, creando claroscuros flamencos y llevando al oyente hacia la más absoluta belleza, la aportación al cante no aporta mucho, pero quizá si que le acerque a más público, si es por eso excelente.
‘Bolero a Marcos’, dedicada a su hijo, es la demostración del increíble campo que abarca el saber hacer de Vicente Amigo, se enfrenta casi solo a la composición, nos va envolviendo en un arrullo con su guitarra, casi como si de una nana se tratara, si bien el último titulo del disco será una versión de este mismo tema, pero esta vez con arreglos de cuerda a cargo de Joan Albert Amargós, gana ésta una especie de belleza onírica, un encanto especial, la convierten en una pieza clásica.
Otros temas especiales serán ‘Oriente mediterráneo’, un zapateado que recogerá sabios sonidos del mare nostrum o ‘Mezquita’, una soleá clásica.
Vicente Amigo se presenta con otro gran álbum, quizá tenga menos sorpresitas que ‘Ciudad de las ideas’, pero éste ‘Un momento en el sonido’ es otra demostración más de un artista flamenco mundial, un artista que no tiene nada que demostrar, un cotidiano de la genialidad.
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