SOLO MAC
"Solo Mac"

Autoeditada
(2005)


Texto: Fermín Gámez

Solo Mac es el proyecto del polifacético Manuel Bernabeu, personaje que ya a los dieciséis años componía con su guitarra acústica, luego pasaría por bandas como Burke (versiones de la movida y clásicos del rock) o Alta Seguridad, con la que llegaría a tocar con Loquillo.

Solo Mac nos presenta su último trabajo discográfico, que incluye quince temas de los más de trescientos que tiene compuestos desde su estudio de grabación, "El Sótano", el se mueve entre el pop rock norteamericano clásico, acercándose al sonido de Los Secretos pero con la irreverencia de Gabinete Caligari, canciones que nos devuelven la sencillez y candidez de los ochenta en España, canciones frescas, directas, música sin rodeos, sentimientos urbanos sin fecha de caducidad.

Ofrece algún que otro tema destacable, que aunque expulsado de su universo personal, logra hacerse con la historia de cada uno de nosotros, eso es quizá lo más importante, temas como "A mi ritmo", uno de los más divertidos del disco, una melodía pop cuasi infantil, que junto a su letra canallesca consigue flotar por encima del resto del minutaje, lo mismo ocurrirá con "Quién a hierro mata".

"Esquinas" con una concepción más Tom Petty, es una historia de trenes, guitarras, blues y despedidas, nosotros creemos que Solo Mac saca todo en este tipo de temas, y que en las canciones, digamos, "graciosillas" se pierde, y es que se le nota que el rollo rock ha sido su vida, por ejemplo en "Parezco idiota" saca ese humor "acidillo" y quizá lo preferimos más clásico, pero bueno, para gustos colores.

"Baila morena" tiene ese aire de club nocturno, sonando blues, esas historias imborrables, a base de buen sonido de guitarra, golpes de caja al bordón y teclados rítmicos, de lo mejorcito de este trabajo.

Otro tema destacable es "Agarrate a mí", donde el buen tratamiento de las guitarras acústicas (aunque estén un poco subidas de volumen) serán el acicate para uno de sus temas enseña.

El disco de Solo Mac recorre el sonido ochentero que estaba archivado en la memoria colectiva, y aunque es un buen ejercicio de recuperación no logra arrebatarnos el corazón como lo hicieran antaño grupos como Gabinete Caligari o los primigenios Duncan Dhu.