ROBYN HITCHCOCK
"Spooked"
Discos Liliput
(2004)
Texto: Fermín Gámez
Robyn Hitchcock es de aquellos señores que no necesitan del mainstream, que realizan trabajos discográficos de altura y que abogan por la música como modo de vida y expresión, parece que no pero quedan poquitos.
En su larga carrera se vislumbran nombres como los "Soft boys" abanderados de la psicodelia pop, o los "Egyptians", así como una larga carrera en solitario, aportaciones al mundo del cine, la poesía, etc..., obras como "Insanely jaleous" o "Glass hotel" marcaron una época, y ahora está de vuelta con "Spooked" para demostrarnos que cuando la música es tu vida nada en el mundo puede impedirte seguir en la brecha, por nosotros que no quede.
En este nuevo trabajo, Robyn Hitchcock, se hace acompañar por Gillian Welch y David Rawlings, también por Joey Spampinato (NRBQ) tocando el bajo en dos temas, grabado en Nashville y producido por el propio David Rawlings, "Spooked" es un ejercicio de música pop contemporánea e intimista, donde la actitud londinense de Robyn Hitchcock se mezcla con el sonido americana de sus dos escoltas, es la vuelta a la esencia del cantautor libre de composiciones estrictas, de estilos manidos y de malos rollos, es alegre, a veces ingenuo, pero siempre certero.
La total libertad cuasi infantil con la que comienza, "Television", abrirá la caja de pandora, sus voces que anuncian melodías fáciles y ancestrales se mezclan con las guitarras acústicas básicas.
En "Everybody needs love", nos transporta al universo de cantautor setentero, sonidos lisérgicos, básicos y personalísimos, aportaciones de sitar eléctrico y coros de hoguera de campamento harán el resto, ya es folk, se convierte inmediatamente en una de las más altas composiciones de este álbum.
Homenajea al más grande autor de todos los tiempos, ni que decir tiene que es Bob Dylan, versioneando "Tryin' to get to heaven before they close the door", y nos la devuelve más emocionante si cabe, Robyn posee ese tono de voz y esa forma de cantar que nos recuerda al Bob de sus primeros discos, así que sólo por eso ya se licencia con honores.
En "Demons and friends", el sonido primigenio americano correrá por la voz de este inglés, se deja querer por las carreteras solitarias y los desiertos, se acompaña solo de algún coro, de chasqueos de dedos y de un slide perfecto, no dejará indiferente a nadie. En "Creeped out" tomará ese sonido rock de autor, se hace acompañar de la banda al completo, y crea el ambiente idóneo.
"Sometimes a blonde" es tan inclasificable y a la vez tan cercano al mundo de Tim Buckley, de cantautores perdidos entre las definiciones, malditos por no encontrar su sitio, pero geniales al fin y al cabo.
Y es que "Spooked" de Robyn Hitchcock es de esos trabajos de amplia imaginación y muchísimo corazón, sincero hasta el hastío y perfecto para esas tardes solitarias, es tan personal que se convierte en único, una pieza maestra de sonidos básicos que flota por encima de un mar de efectismos.
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