OVNI
"1984"

Rock On! Music
(2005)


Texto: Fermín Gámez

El rock argentino ha dado nombres tan fuertes que yo sería un iluso al añadir aquí algo, así que lo dejaremos para un futuro "especial". Maxi y Mati, bonaerenses de nacimiento, aterrizaron en España en el año 2000, con la "sana" intención de montar un grupo de rock, volver a emocionar con letras en castellano y simplemente divertirse.

Lo consiguieron con su e.p. "Rompiendo todo", donde con cinco temas plasmaban perfectamente su intención de arrasar con el panorama estatal, canciones tan memorables como "Algo para celebrar" o "Te hace falta un amplificador". Y hasta entonces estábamos a la espera de su presentación en formato largo que por fin ha llegado, "1984", han vuelto con nuevos componentes, Esteban García a la guitarra y Carlos Cagigal al teclado, sin olvidar a Pere Fernández al bajo.

Desde su principio con “Pierdo el control” nos apabullan con su maquinaria rockera como unos Strokes sucios y verdaderamente fuertes, otros como “1984” nos llevan al espíritu del rock bonaerense, vía Rolling Stones acelerados.

Que me perdonen si no les gusta pero el sonido más Soda Stereo lo refleja “Sector 13”, una aureola de misticismo rock, que impregna todo el tema, hasta las voces nos recuerdan a Gustavo.

La ritmicidad del teclado en “Nunca es suficiente” abrirá camino a las contundentes guitarras que junto a un estribillo creciente de emoción, convertirán a este tema en enseña de Ovni, uno de los mejores de "1984".

El pop lisérgico y pausado de “Yonqui” pasará a un estado de rock onírico a ratos, un tema original, fuerte presencia de gran lírica y sonidos Strokes a partes iguales, es una laguna para descansar entre tanto rock desenfrenado y se hace necesaria.

“Asfixia” se nos hace demasiado ochentera, aunque enriqueciéndola con sonidos británicos, la ida de olla de “No te soporto más” (siete minutos y pico) sólo podría pasar en Ovni, rock clásico de verdad, ritmos simples y chulería.

El disco acaba con “14.000 km”, sonidos suboceánicos que acabarán con episodios de guitarras saturadas, una pieza emocionante, la voz sublime.

Ovni consiguen recuperarnos el espíritu rock que tanto iba haciendo falta, son sinceros, se meten de vez en cuando en "berenjenales pop", pero todo ello flanqueado por una energía inusitada.