NOISE626
"A Thin Cold Line"
Autoeditado
(2004)
Texto: Fermín Gámez
Anthony Graham empezó su carrera allá por 1991 en Colorado (EE.UU.), defendiendo la guitarra en una banda gótica llamada Mime of Sin and Repent, desde esa fecha multitud de acontecimientos han jalonado su espíritu y su forma de entender la música; descubrió su capacidad de composición, y sobre todo la gran capacidad de grabación de cualquier persona gracias al ordenador personal y un par de programas, después de esta etapa redescubrió la guitarra acústica y la poesía, y con todas estas bazas a su favor consiguió hacer realidad su sueño, la creación del proyecto Noise626.
Después de triunfar en el Colorado Dark Arts Festival de 2004 gracias a las canciones de su primer álbum "The art of falling forward", Anthony nos presenta un segundo trabajo "A thin cold line" donde recorre los momentos más complejos de Pink Floyd, donde el espíritu más Bowie le atrapa y donde se deja ver su admiración y devoción por los sonidos del llamado rock progresivo, con claras tendencias a la melodía gótica.
"A thin cold line" esta compuesto de nueve cortes más un décimo, "Ghost", grabado en directo desde una sala en Denver. La concepción de la música de Anthony ya se atisba desde el primer corte, "Connections", donde a modo de introducción nos sumerge en su mundo, después será el segundo tema, "A thin cold line" el que rompa la calma, un ritmo de batería pegadizo (que nos recuerda a los primeros Soundgarden) y unas guitarras efectistas nos llevan a la melodía que susurra con garganta del Bowie más evocador, dentro de una música propia de "Wish you were here" de Pink Floyd, este corte se convierte en una auténtica revelación.
Dentro del álbum algunos otros títulos merecerán nuestra atención, y es que "A thin cold line" es un disco con un concepto bien definido, que hace del trabajo bien hecho una línea para seguir, que vuelve al sonido de grandes voces del pasado para escupirlas en forma de reivindicación brutal; dentro de esos títulos que no se olvidan están temas como "We can build you", donde la máquina se hace con el poder, creando una atmósfera claustrofóbica.
Las voces de "The mirror" harán lo que no ha conseguido ninguna película japonesa de nueva hornada, te llevarán al miedo, acompañadas por una instrumentación envidiable. La instrumental y variable "Heart of Dusk" no deja inalterable a nadie, aunque la voz de Anthony se note necesaria en sus composiciones, y alcanza su cenit en temas como "Appelez-l´un jour (part 3)" donde las programaciones y guitarras acústicas crean la atmósfera increíble de lo onírico.
La fuerza en directo de "Ghost" pone el broche final a este "A thin cold line", con la que nos aseguramos de que la calidad también es llevada al escenario.
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