MARLANGO
"Automatic imperfection e.p."

Subterfuge Records
(2005)


Texto: Fermín Gámez

Después de su primer disco homónimo, “Marlango”, Alejandro Pelayo y la polifacética Leonor Watling han decidido demostrarnos que el éxito no es un fruto de la casualidad y que sus composiciones se mantienen en píe con clase, sin necesidad de la arrebatador influjo de lo que supone la imagen primordial de una “frontwoman” como Leonor, esto se llama autoafirmación, si señor.

Pero claro ellos son sabedores de su potencial, ahí va la retahíla de circunstancias acaecidas desde su debut: 65.000 discos vendidos en España, 20.000 discos vendidos en Japón, actuación en la Expo universal de Japón, en Jazzaldía, en Palermo junto a Bebel Gilberto, más de cincuenta conciertos en España, ojo, todos en recintos con capacidad superior a mil personas, …y así podríamos seguir, pero no es cuestión.

Vamos a lo principal, Marlango nos presenta el adelanto del que será su segundo álbum, que le dará titulo, “Automatic imperfection”, un Ep de tres temas que dista en cierta forma y fondo de su anterior planteamiento. La canción principal, ‘Automatic imperfection’, es como una recuperación del sonido más adulto de la banda mezclado con la sobriedad de voces vía Annie Lennox, y de una calidad compositiva admirable, desde la introducción pianística (instrumento básico de la banda) como si de una caja de música fuera, el tratamiento de guitarras, esta vez incluidas más como instrumento propiamente dicho que como efectismos varios y la inconmensurable y lisérgica voz de Leonor que, en cuanto aparece, llena la canción de una fuerza melancólica fuera de toda duda, más que cantada, llorada.

El segundo tema es una versión alternativa del single, de titulo ‘Automatic faulty or incomplete’, que sirve para gloria de la voz de Leonor, allanando el terreno y minimizado con electrónica.

Para cerrar el Ep se incluye una versión de ‘My love’, ya incluida en su primer disco, ésta vez se aboga por las programaciones creando un ambiente mucho más cerrado.

Marlango atacan de nuevo, más oscuros, más cerrados en sí mismos y más brillantes, si todo el disco es como su single, le podemos decir adiós a la alegría vitalista, bienvenida tristeza.