LIVERPULL
"Liverpull"
Spiff Corps
(2005)
Texto: Fermín Gámez
Oriundos de San Sebastián, Liverpull nos presentan su primer trabajo en largo, con titulo homónimo, once temas que se mueven entre el ostracismo de REM y el pop universal de Beatles, recogen el mejor pop español y buscan una especialización inusitada, ya que Iñaki Sagar y Mikel Sagar son eso, especialistas, conocimientos musicales más que bastantes, tocando con la banda desde 1999 y ganando concursos como el “Certamen internacional Pop Rock Villa de San Adrián”, así se han criado y así nos han salido, creando su propio sello, Spiff Corps, y sacando su propio álbum de la forma más profesional e ilusionante que se puede, grabado, mezclado y masterizado por el propio Mikel, en sus propios estudios y mostrándonos su amor por lo tradicional, no sólo en la música sino también por el formato, ha salido en “Vinyl cd”, una especie de homenaje digital al antiguo vinilo, de esto solo se pueden recoger elogios.
De entre su música se recogen retazos de genialidades de The Eagles, voces de The Byrds y ese toque instrumental clásico de Queen, de hecho han sido acompañados por una orquesta que aparece en gran cantidad de temas, formada a partir de la Joven Orquesta de Euskal Herria, profesores de la Escuela Superior de música de San Sebastián, profesores del Conservatorio Superior de música de San Sebastián y todos ellos bajo la dirección de Juan José Ocón.
Ya en el primer single, uno de los temas con más fuerza del disco, demuestran su querencia por guitarras absolutamente perfectas, riffs pegadizos y ese pop rock ancestral tan querido, acompañados también por Jaime Urrutia, que participa con sus voces en una canción que bien podría haber sido escrita por éste, ‘Mala fortuna’, se convierte así en la perfecta “oda al perdedor” de este álbum, que de tan ecléctico que es no refleja la esencia misma del disco, que caminará por otros terrenos, de todas maneras esencial sólo por este tema.
Otro tema, como es ‘All saints´night’, ya recorrerá un camino más habitual en el disco, reverenciando melodías de REM (de los discos clásicos, como ‘Document’) y creando estribillos cercanos a los chicos de Lennon, cosa que les sucederá también en temas como ‘Could it be because’ (instrumentación incluida) y aunque de perfecta factura, esto resta originalidad, bueno…vamos a ver, todos los grupos al fin y al cabo tienen algo de The Beatles o de Rolling Stones, pero no es lo mismo “tener algo” qué que tus propias canciones puedan haber sido encuadradas en cualquier disco de Paul McCartney, esto ya no es de recibo.
Más originales los vemos en temas como ‘Día tras día’, aunque su influencias inglesas se notan, nos dan un tratado de tristeza inigualable, voces a lo Beach Boys en ‘Recuerdo’, sabia mezcolanza pop. La simplicidad de ‘Hay un lugar’ es su mejor arma y la encumbra como una de los mejores temas del disco de Liverpull, emotiva hasta la agonía, y con unos toques de guitarra acústica que ponen los pelos de punta.
Pero en fin, Liverpull manejan como nadie el “sentimiento beatle” y las voces alcanzan su cenit gracias a esto, las composiciones son muy grandes y perfectas pero beben demasiado de sus influencias, lo que no les resta calidad sino originalidad, aún así pocos grupos realizarían un disco como ‘Liverpull’, tan perfecto que asusta.
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