JAVIER SEGURA
"¡Levántate!"
Discos Necesarios
(2005)
Texto: Dani Illana
La electrónica, el futuro, y el bombardeo de ambas sobre la música dibujan un panorama que inspira tantas pasiones como tecnofobias en un mundo tan polarizado como el nuestro. El uso de los programas informáticos para crear sonidos; o bien para variar, transformar o desvirtuar notas surgidas de un instrumento tradicional, se extiende de tal manera que nuevos géneros como el electrojazz o el psicobilly se nos han hecho ya tan comunes como el pop de toda la vida (que ahora no somos capaces de entender sin electrónica).
En esta carrera tecnológica, que busca introducir sin ambages cualquier sonido (o ruido) en el seno de una canción, como ya visualizara John Cage hace 40 años, algunos se enfrascan de tal manera en la experimentación que producen músicas en sus laboratorios sonoros que van más allá hasta de lo que ellos son capaces de conocer. El desarrollo en paralelo y hermético de estas músicas es quizá un lastre o quizá un avance inesperado, puesto que cada investigador es así mismo un grupo de control.
En este sentido hay que reconocer el trabajo de Javier Segura como currante de la tecnología desde las islas afortunadas. El incesante trabajo con tecnologías en desarrollo o aún sin consolidar dan como resultado un trabajo interesante e irregular, dentro del cual “El baile de los vampiros” parece su principal carta a jugar, mientras el resto del equipo parece hecho para darle la pelota.
¿“El baile de los vampiros” es un adelanto de otras épocas por llegar? Creemos que no, es una propuesta interesante con la que visualizamos posibilidades y lindes que se abren en la selva tecnológica; pero no tiene el punch suficiente para asaltar el futuro más que en unos visos traslúcidos. Amén de esos textos tan poco sugerentes e interesantes, sin una poética definida, y con un corte social más visto que los caballitos ponis.
En cualquier caso sólo “¿De que se ríe?” vuelve a llevar líneas de voces, cosa que se agradece; el resto del álbum es bastante más experimental, jugando con sonidos y texturas que se mueven entre los ritmos africanos (“Elefante”), reinterpretaciones de bases e instrumentos (“Miles Davis”), cromartismos nocturnos (“La luna y el Teide”), o posibles llamadas al Moby más acústico (“La radio chill out”).
Javier Segura había trabajado con tesón y recibiendo el mérito de llegar prácticamente a las seis mil descargas legales antes de ver publicado este trabajo, que aunque tiene una presentación humilde, no así su contenido. “Los instrumentos más interesantes son aquellos que atacan directamente a la esencia de los sonidos: filtros, síntesis aditiva, resíntesis, y una serie de instrumentos inclasificables como el Sympthom de Ohmforce. Por suerte hay muchos y viene muchísimos más”, palabras del propio Segura; un cerebro pensante que presenta una propuesta avanzada de un calado posiblemente más grande del que podamos pensar a primera vista. Lástima que la síntesis aditiva no tenga muchos seguidores en nuestro país.
|