GREG
WEEKS
"Slightly West"
Acuarela
(2002)
Nota de prensa Acuarela:
De vez en cuando hay que reconocer cómo funcionamos por dentro. Por ejemplo, el inevitable sentimiento voyeur que, en la mayoría de nosotros, se encuentra bien vivo y latente. Por ejemplo, el inevitable sentimiento exhibicionista que a algunos nos persigue, ladrón de egos y filias diversas. En este caso, el público es el mirón, y Greg Weeks el que se desnuda. Desde la portada de su nuevo Ep en Acuarela Discos, "Slightly West", hasta su página web. De sus textos a su música. De su parca instrumentación a ese 'kind regards to naked people everywhere' con el que concluye sus créditos en el disco. Todo en este cantautor poco habitual tiene un punto de obsesión, confesión, autocompasión y emoción última. Y algunos encantados de verlo y de leerlo. Greg Weeks, neoyorquino de pro y poseedor de una lengua afilada, se dio a conocer con un largo en Ba da Bing!, "Fire in the Arms of the Sun", allí por 1998.
No contento con eso, parece haberse empeñado en batir el récord de apariciones en recopilatorios, revistas y splits cd, tanto en su propio país como en el resto del Mundo Mundial. Como, por ejemplo, en publicaciones tan respetadas como Ptolemaic Terrascope, Dream Magazine o Comes With a Smile. Como, por ejemplo, con la canción que le representó en el volumen uno de la recopilación de Acuarela Discos "Acuarela Songs", o en el cd que compartió con Tinsel y nuestros Migala, editado en Keyhole y a razón de tres temas por barba.
Así, poquito a poquito, Weeks consolida fama y posición, y deja caer trabajos más concretos, como el Ep "Blecker Station" o el largo "Awake Like Sleep", que el pasado año nos lo hizo familiar de una vez por todas, además de colarse, como quién no quiere la cosa, en más de una lista de lo mejor del pasado curso. Y es que, la verdad, a Greg Weeks hay que quererlo. Será por su pinta de nerd hermanastro de los gemelos de "El Castañazo". O porque en su web se dedica a desgranar todos y cada uno de los porqués de su música, de cada canción, de la pretensión de cada disco, de todas sus apariciones en directo. Y aquí, expectantes por saber qué opinará de su nuevo Ep, o de su concierto en el Tanned Tin 2002, en el que desveló en esqueleto (él con voz y acústica, más bajo y guitarra) unas canciones que se saben fuertes en su sencillez.
También porque es capaz de anunciar que su anterior largo se gestó bajo la influencia de una gran depresión forzada por una enfermedad en las manos que casi lo deja inútil para la guitarra, y de la que salió componiendo con un teclado de juguete (sobre el que se volcó, a partes iguales junto a visiones reiterativas de "Warriors", de Walter Hill). Vamos, que Greg Weeks es todo un personaje. El que lo trate por primera vez a través de "Slightly West", quedará ya impactado por el artwork que envuelve a las cinco perezosas composiciones: tres dibujos de la hawaiana (neoyorquina de adopción) Tracy Nakayama, todos precisión y sensualidad, que además dan título al lanzamiento. Una vez seducido, el oyente entrará en la música de Weeks, a medio camino entre el songwriting sentido y sensible (el de Nick Drake y el Tim Buckley menos folklórico), y el gusto por el pop estratosférico, enturbiado y espacial.
Lleno de guitarras leves, colchones de teclados de regusto ochentero y planeador, y una base rítmica que, cuando aparece, le lleva de la mano con comodidad y ajuste, sin molestar, y grabado en los Dub Narcotic Studios por Adam Forkner (quien bajo Yume Bitsu edita para el sello de Calvin Johnson), "Slightly West" también cuenta con otros dos de los habituales colaboradores del norteamericano, el bajista Jesse Sparhawk y la vocalista Victoria Croog (con quienes Weeks también tantea el tecno analógico bajo el alias de Superstarshine). Toda una delicia.
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