DOCTOR DIVAGO
"Revuelta elemental"

Saimel Ediciones
(2006)


Texto: Fermín Gámez

Y con este van siete discos los que llevan los valencianos Doctor Divago, básicos para comprender el pop rock de la última década y algo más en este país, atrás quedan discos esenciales como Danzas de moda o el revisionista Versión 5.0; de su sonido se destilan los recuerdos de grupos como los granadinos malditos, 091, de hecho los mismos Doctor Divago los homenajeaban realizando versiones en discos como Canciones de Cuna y Rabia (‘Tormentas imaginarias’) y La movida. Amigos de lo ajeno (‘Fuego en mi oficina’) de la discográfica desaparecida Pussycats.

En este Revuelta elemental la banda se reafirma en este sonido de pop rock clásico con reminiscencias a los ochenta, pero consiguiendo poco a poco ese mundo particular creado disco a disco, letras muy cuidadas y melodías que enganchan a la primera son el arma definitiva del grupo.

Y es que con canciones como la introductoria e irónica ‘Los tontos buenos tiempos’, no hay equivocación posible, rock de formación clásica cantado en castellano y con la lírica de éste como mejor instrumento, los mejores Doctor Divago están aquí.

Ya en ‘Insomnio’ se descubren la cercanía de Lapido en esta banda, bien, porque pocas mejores influencias habrá en este país.

Pero si hay algo de lo que Doctor Divago esté sobrado es de excelentes letras, la poética de Manolo Bertrán es única, sin casi referencias, te atrapa enseguida, como en ‘Camino de regreso’, pop exquisito con guitarras básicas que haría palidecer (aún más) por su expresividad el mismísimo Nacho Vegas; oníricas palabras fluyen desde temas como ‘Dios en el lóbulo parietal’ o ‘Un ángel volando bajo’, donde hay frases como “Lo vimos transplantando nuestras palabras, las puso en otros labios, donde eran más necesarias”.

Una gran sorpresa será encontrar a Víctor Ortiz, de Los Huracanes, como voz principal en ‘La mala herencia’, recuerdos del pop rock de los sesenta y setenta español, en una canción que se acerca a los mejores Lone Star, sin duda esta canción es pieza clave de este disco; así como la potente ‘Tres billones de latidos’, rock sin concesiones, con gran estribillo.

Doctor Divago rubrican otro gran largo, sería justo que, de una vez por todas, ocuparan el lugar que merecen, ¿habrá que esperar?