COWS IN LOVE
"Happy Cows"
BOA
(2003)
Nota de prensa BOA:
Happy Cows es el título de este singular disco surgido en un lugar de Guadalajara rodeado de naturaleza y buenas vibraciones: el pueblo alcarreño de Brihuega. Allí se sitúa la Finca Santa Clara uno de los centros de meditación y retiro de los Hare Krishna, algunos de cuyos miembros y simpatizantes han participado en la elaboración de este disco que promueve la salvaguarda de la vaca, animal sagrado de la religión hinduista y sus distintas ramificaciones. Bajo el denominativo "Cows in Love" se integran una serie de músicos (Justo Bagüeste, algunos miembros de la banda Undrop...) que han mezclado los ritmos más diversos y alejados entre sí (Hip Hop, música Chil Out, Ambient, ritmos tropicales y electrónicos) con músicas de raíz hindú.
El resultado es Happy Cows, un ecléctico y orientalista disco que propaga por el mundo la conexión con la naturaleza, el vegetarianismo y la espiritualidad ascética y contemplativa a través de la música. ¿Un nuevo modo de proselitismo? No, simplemente una forma de diversión. Y sobre todo, una acción de la Asociación para la defensa de la Vaca.
'Happy Cows': chill out espiritual
Texto: Silvia Grijalba
"Chant and be Happy", ya lo recomendaba en su disco más espiritual el gran George Harrison o, lo que es lo mismo: "Canta y sí feliz", aconsejaba Peret desde un punto de vista más frívolo. Efectivamente, la música ayuda a cambiar el estado de ánimo y también la percepción sobre lo que nos rodea. Unas músicas más que otras, claro. En este caso, el disco "Happy Cows" sigue la estela másico-espiritual de George Harrison, Nina Hagen o Boy George (como Jesus Loves You) para crear un conjunto en el que la música cercana esencialmente al Ambient, al Chill Out (aunque hay guiños a otros sonidos como el Son o el Rap) se une con un mensaje lleno de trascendencia y de espiritualidad auténtica, no como pose o para aportar un toque de exotismo.
Músicos de diversas partes del mundo, desde Isla Mauricio a Suecia, pasando por España, Perú, Rusia, Lituania o Estados Unidos, se han unido bajo la dirección del gurú de la electroacústica, y rey del Chill Out hispano, Justo Bagüeste (productor, artífice, co-autor y arreglista de este disco), para crear un álbum que se centra esencialmente en un concepto concreto: la protección de la vaca como fuente de vida y símbolo de la espiritualidad oriental; una metáfora de la conciencia ecológica que empieza a resultar, no ya necesaria, sino imprescindible.
Una de las frases que puede oírse en este disco, perfecto para desintoxicar la mente del stress, las broncas diarias, las agresiones sonoras del tráfico y las obras, y cualquier sentimiento perturbador, es, en el fondo, una alegoría de la actitud de cuidado al planeta que debemos tener si no queremos más olas de calor ni gotas frías: "Una vaca viva dura toda la vida y una vaca muerta sólo una semana". Un planeta vivo nos cobija durante toda la vida (nuestra y de nuestros descendientes), y, moribundo, ya lo vemos, puede incluso matarnos. El paralelismo entre la vaca y Gaia (la madre tierra) es evidente y en este disco, más que nunca.
Este trasfondo espiritual se materializa en frases como la anterior o en "mantras" recitados por miembros del grupo
Undrop (esenciales en la elaboración del disco), cantantes de Isla Mauricio que recitan pasajes del Badgabaghita, el cantante de Polansky y el Ardor ( que aporta su texto en sánscrito), la ex Chatarrera de Sangre y Cielo, Susana Cáncer (haciendo sus coros particulares) o el rapero Michi, que, junto al omnipresente Bagüeste, crea una versión muy particular de la "Vaca Lechera".
Son aportaciones auténticas, sinceras, que aunque pasen inadvertidas y queden envueltas en las magníficas composiciones de Bagüeste
y el resto de másicos presentes, ayudan a descomprimir y sentir ese optimismo que produce una puesta de sol (no es casualidad el éxito del Café del Mar, con el truco de poner como telón de fondo el ocaso sobre el mar. y tengamos en cuenta que lo que aquí se ofrece es Chill Out auténtico, no para turistas horteras), la sonrisa de un niño (al que le gusten los niños, claro), la tierra mojada o, siguiendo con los tópicos en un disco como "Happy Cows", "canta y sí feliz".
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