CONGELADOR 
"Iceberg"

Quemasucabeza
(2001)


Texto: Rodrigo Salinas Madariaga

Hace algunos años atrás en un suplemento juvenil de un diario local, presentaban las nuevas bandas chilenas con una breve ficha descriptiva, comentarios sobre su música y una calificación en base a estrellas. Congelador fue el único grupo al que le otorgaron cinco estrellas, presentándolos como la promesa más fuerte de la escena local. Era la primera vez que me enteraba de ellos. Posteriores tocatas, presentaciones en programas de radio y la esperada aparición de su primer disco, confirmaron con creces mis expectativas. Por fin una banda chilena tocaba la música que quería escuchar. 

Si su primer trabajo homónimo los dio a conocer y enarbolar la bandera de su poderoso y prolijo estilo, "Despertar" los mostró más sueltos y con composiciones más de formato canción, el enganche necesario para no abstraerse en demasía.

"Iceberg" presenta ya a una banda madura y consolidada que se enfila por un camino creativo inconmensurablemente rico en matices y fuerza interpretativa. Retomando por completo lo instrumental, la entrega musical tiende a ir "in crescendo" para construir moles de sonidos y ritmos que vistas en vivo llegan a dar escalofríos polares. Ahí tenemos los casos de "Heliocéntrico", la carga de "Iceberg" con su aire space rock o esa pieza maestra a lo Morricone que es "Iatroquímica" o el ejemplo puntual del telúrico "(S)Alud".

Congelador ha crecido musicalmente y hoy están sólidos y no flotando en un mar lleno de vicisitudes como es la escena musical nacional. Tal vez se podría afirmar que es su trabajo que más refleja su propia naturaleza, no por nada el título del disco es ad-hoc con el de la banda. ¿Cuánto más pueden dar?, mucho aún. Cinco estrellas y el cielo para Congelador.