BART DAVENPORT
"Maroon Cocoon"
Mushroom Pillow
(2005)
Texto: Fermín Gámez
Tercer disco en solitario del que fuera vocalista de Loved Ones, tras ‘Bart Davenport’ (2002), ‘Game preserve’ (2004) Bart Davenport nos ofrece ‘Maroon Cocoon’ (Mushroom Pillow, 2005), una nueva preciosista y única colección de canciones que abarcan el folk más natural contextualizado dentro del pop, toques bossa y recuerdos perennes de los sonidos ochenta, todo esto girando alrededor de un artista que no busca el artificio fácil y se desnuda con total simpatía y franqueza ante el oyente, voces auténticamente evocadoras y recurrentes que nos recuerdan no pocas veces a los tan añorados Love.
Porque Bart Davenport trabaja en ese sentido, busca desesperadamente la complicidad con el escuchante, y lo hace desde la sencillez de lo complicado, ya que Bart maneja en prácticamente todos sus temas el rol de cantante y guitarra sin más pretensiones, y, ¡válgame dios si consigue emocionar!, con arreglos mínimos en los temas, Bart Davenport se coloca al frente de sentimientos a flor de piel, doce temas que hacen que a uno se le pongan los pelos de punta, y lo logra con la gracia de gente como Tim Buckley, sin duda buenísimo.
De esta manera nos encontramos en este ‘Maroon Cocoon’ con temas del calibre de ‘Clara’ donde se intuye desde el primer segundo una sensación especial, se construye como un bálsamo para la cotidianidad de la urbe, una canción disparada a ritmo de bossa, cálida y agresiva a la vez, una canción de amor profundo.
‘L.A. girls’ que comienza esperanzadora se convierte en una amalgama pop ochenta que da lo que promete, la voz de Davenport, por encima de todo lo demás, y el estribillo rompedor la hace convertirse en una de las mejores del disco, así como las voces susurrantes.
La influencia del pop psicodélico, a medias entre Beatles y Love, se verá reflejada en temas como ‘Welcome to the show’, y el claro timbre de los saxofones en ‘Finishing school’ con la añadidura de esos toques minimalistas de guitarra nos lleva a una historia llena de emoción, situada románticamente en las calles de las ciudades norteamericanas de los ochenta, la voz negroide de Bart Davenport en este tema no hace más que me reafirme en este hecho.
Bart rubrica un álbum excelente en el que brilla con luz propia su personalidad, folk pop de altura y temas como la autobiográfica ‘Into music’ o la bella ‘Lately, she´s been changing’ con esas guitarras eléctricas saturadas de psicodélia lo colocan en la tesitura de los grandes, en una figura inabarcable que ha creado, otra vez, un gran disco.
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