091
"Último Concierto. Edición 10º Aniversario"
Pentatonia Records
(2006)
Texto: Fermín Gámez
Descubrir a 091 (gracias Miguel) y enamorarse de sus canciones, de sus letras, de su actitud, del estandarte generacional que suponían, era algo que se volvía inseparable; discos redondos, emociones sin contener, versos universales que cristalizaban en la mente de José Ignacio Lapido, vertidos en la voz de José Antonio García y al ritmo de Tacho González, otros grandes como Jacinto Ríos o Víctor G. Lapido los acompañaron y talentos como Antonio Arias partieron de esta inmensa nave para evolucionar de manera diferente. Pero todos ellos, todos, nos hicieron soñar, nos hicieron creer, nos dejaron pertenecer a algo grande como son los sueños cumplidos.
Se calzaron poco a poco la definición de banda de culto, y merecieron muchísimo más de lo que recibieron, por lo que sin quererlo fueron unos románticos malditos, unos bandidos del rock poético.
Por eso muchos de nosotros lloramos de rabia al comprobar que era cierto, 091 en un cruce de caminos, no parlamentaba con el diablo, sino que separaba vidas.
Estuve en uno de sus últimos conciertos y siempre lo recordaré, momentos que quedan grabados en tu memoria, y que, ahora, gracias a Pentatonia Records recuperamos en esta edición de lujo (doble cd y dvd) donde el mejor repertorio que se ha podido escuchar en este país toma vida, donde desde el principio al fin se nos lanzan canciones inolvidables como “Debajo de las piedras”, “La vida que mala es”, “La torre de la vela”, “Qué fue del siglo XX” o “Fuego en mi oficina”.
En el dvd, 25 temas dejan claro la fuerza de los “cero” en concierto, la gran actitud de la banda y la comprensible fidelidad de sus seguidores, Maracena (Granada) fue el lugar, 1996 el año en que tuvimos que despertar.
Himnos de esperanza y desesperación salían de nuestras gargantas, nos hacían buscar dentro de nosotros, nos hacían llorar y temblar a base de decibelios y verdades, nunca nos sentimos tan vivos como en aquel “Último concierto”.
Cuando desaparecieron del escenario algo murió dentro de nosotros, muchos comprendimos en aquel momento que todo en esta vida llega a su fin, los sueños no suelen durar mucho, pero lo importante es recordado para siempre, con esto debimos conformarnos.
Todo esto conlleva que esta edición del epitafio de 091 sea mágica, un deja vu feliz que nos hará despertar de nuevo, como volver a sentir otra vez el primer amor.
Aún ahora cuando comienzo a tararear “La canción del espantapájaros” y algún amigo me acompaña no puedo más que dejar escapar una sonrisa, porque aunque parezca mentira “sigue estando dios de nuestro lado”. A 091, gracias.
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