Texto y fotos: Juan Jesús García
Abdullah Ibrahim: Ejercicios espirituales
Se pueden encontrar en la blogsfera la palabras de un aficionado comentando uno a uno, y con notable acidez, los conciertos del actual Festival de Jazz. Cuando llega al de Abdulah Ibrahim, en su opinión, asegura que es el que nadie se debiera haber perdido de todo el programa (con el de Trufazz de la semana que viene, por cierto). Tras lo escuchado del 'artista antes conocido como Dollar Brand' la noche del vienes, en un lleno Teatro Isabel (otro protagonista de este concierto), no será el arriba firmante quien se lo discuta: Ibrahim/Brand no hay dos, para (muy) bien o no.
Hace ya mucho tiempo que este pianista sudafricano se entrega a unos conciertos largos, ondulantes y de perfil bajo, absolutamente letales para los que no gozan de un perfecto estado de vigilia, más rotundamente espirituales para otros y hasta alucinógenos para los civiles; no obstante un cafetito antes de escuchar a este hombre siempre viene bien. El cuarto miembro de este trío en Granada fue la acústica el teatro, ya que la obsesión por la naturalidad de este músico le obliga a tocar estrictamente sin amplificar, algo que en el Isabel se puede hacer sin exigir demasiado esfuerzo al oyente, pero que en otro entorno, y pienso por ejemplo en el Palacio de Congresos, sería absolutamente inviable. Y es que hacia Abdullah Ibrahim hay que ir, concentrados y receptivos como a comulgar, no se te viene encima quieras o no como suele ser lo habitual.
Desde siempre él llega, se sienta, saluda a sus compañeros y los tres empiezan a lo suyo, a levitar tocando. Tanto que no se deja fotografiar más que entre los minutos 10 y 15 del concierto, cuando ya están concentrados y han cogido altura en su vuelo sin motor. Suelen ser en torno a dos horas del tirón y con una propensión al silencio que encoge el espíritu, tanto que el público que llenó el teatro no sabía si, aplaudir y romper la magia del momento, o callar y esperar hasta el final. Elaboraron una suite continua donde asomaron melodías propias ('Duke 88', 'Nisa' o 'Tuag Gurú') o prestadas ('tributó' mucho a Ellington), sueños sonoros de gospel y de un África invocada, o esas improvisaciones con intenciones de himno que encogen el corazón como si sonaran en el centro de la Casa Blanca, con Obama en el palco.
Decididamente el señor Ibrahim no es de este mundo de velocidades, estruendo y espectáculo. Decía aquel clásico que el jazz "no vale nada si no tiene swing", pero en este caso no lo valdría 'sin alma', y su concierto no tiene los clínicos 21gramos, tiene cuarto y mitad por lo menos. Excepcional, sí señor/a.
Lirismo y espiritualidad con Abdullah Ibrahim en el Festival de Jazz Granada
La actuación del gran músico de Ciudad del Cabo Abdullah Ibrahim ha sido una de las noches especiales del trigésimo programa del Festival de Jazz de Granada. Antiguamente conocido por su nombre de pila, Dollar Brand, antes de convertirse al Islam, Ibrahim es un músico peculiar con conciertos muy especiales, sea él solo, como da muchos, o con el trío que llegó a Granada. De entrada es un defensor acérrimo de los sonidos naturales y por tanto huye de la amplificación tocando, con una tendencia al silencio que encoge el alma, tanto que el público que llenó el teatro Isabel no sabía si, aplaudir y romper la magia del concierto, o callar y esperar hasta el final. También es muy suyo desde hace años no detenerse en su interpretación, elaborando una suite de dos horas de duración donde aparecen tanto melodías suyas, improvisaciones y homenajes ajenos sin solución de continuidad en una suerte de mantra hipnótico e infinito. Al escasísimo sonido del trío hay que añadir las varitas de incienso que encendió el batería para entrar en la penumbra acústica, contemplativa y espiritual que caracterizó su concierto.
Poseedor de un pianísimo subyugante y absolutamente personal, más o menos centrado en la mitad del teclado, al que acariciaba y pulsaba con una extrema delicadeza dejando que la música fluyera a su amor. Y así, sin prisa y como un torrente fueron surgiendo en este concierto-río, breves citas gospel, blues, puntos de anciano stride, la evanescencia sofisticada Thelonius Monk, algunas citas muy explicitas a Duke Ellington, su maestro y descubridor, y más de una melodía de inspiración africana con apariencia de emotivo himno. Algunas de ellas extraídas de su trilogía africana de principios esta década ('Duke 88', 'Nisa') y otras que como la refinadísima 'Nisa' o 'Tuag Gurú' llevan más tiempo acompañando a su autor.
Al final los tres músicos de despidieron con gestos orientales de agradecimiento, jugueteando con sus inclinaciones con el aplauso del público, largo y sostenido casi como el concierto.
El festival de Jazz de Granada está organizado por la Junta de Andalucía con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación de Granada, contando con el patrocinio de la empresa Cervezas Alhambra.
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