El jazz pop de Lizz Wright encandiló en Granada
Es la voz del momento, una secreto que ha ido pasando de mano en mano hasta que ya la conoce casi todo el mundo, y el tesoro ese esa suavidad, tierna, grave y envolvente que paraliza a todo el oyente que tiene delante. Su poseedora tiene 28 años y con solo tres discos, aspira al trono de la música popular con raíces. En el festival de Granada se apuntó uno cuantos tantos y si llega a traer material discográfico que vender lo despacha todo. Los apretados aplausos que despidieron su actuación fueron un sinónimo de vuelta al patio de butacas y salida por la puerta grande.
Cuenta su pequeña leyenda que, desconocida hasta hace nada, fue una más en un homenaje a una grande del jazz, y de aquella noche salió con un contrato discográfico con el mejor sello de jazz del mundo. Sin ser todavía un best seller, en el Teatro Isabel la Católica ocurrió tres cuartos de lo mismo, y tan sólo hacer la carnosa versión que interpretó del 'Old man' de Neil Young ya cundió al sensación de estar ante algo grande.
Sensualísima, con la frescura de un grupo muy joven y la alegría (irreprimible) de a quien le están pasando muchas cosas y muy rápido, Lizz Wrigth, se ofreció pletórica de emoción, sensaciones y matices. De raíz inequívocamente gospel, se acercó al blues, al funk y a la americana con un formato de grupo de pop para oídos entendidos o simplemente sensibles. Su timbre grave de contralto, sin entonación ni vibrato, poderosa y directa, es una arma de construcción masiva y su eclecticismo puede que irrite a los puristas, pero le permite cantar sin problemas, y a la vez a Madonna o Led Zeppelín. En Granada hizo el 'Stop' que popularizara Madonna sin que nadie se diese la menor cuenta de que no era un clásico del soul de autor. En un terreno casi siempre confidencial, y tan perfecta como delicadamente arropada por un cuarteto dispuesto en semicírculo para verse las caras, con una divertida complicidad interna, Lizz, descalza y con los hombros desnudos, se acompañaba con una ondulante gestualidad, generando un magnetismo irresistible, y no pocas gozosas exclamaciones de placer: "que bonito" se escuchó en varios puntos del sala al final de algunas piezas. 'Hey mann' de los Sweet Honey in the rock o 'Idolize You' de Ike & Tina Turner fueron otras de las piezas prestadas que sonaron, si bien el grueso del concierto ('Eternity', 'Blue Rose', 'Salt'...) llevaban su firma.
Con una estremecedora 'Peace Flows' dio por concluida su actuación en Granada, plaza conquistada para una artista que aseguran en breve será de las más populares del mundo.
El Festival Internacional de Jazz de Granada está organizado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada, Diputación de Granada, Cervezas Alhambra y Caja Granada con la colaboración de la Asociación GranadaJazz.
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