Texto y fotos: Juan Jesús García


Tardorock

El Promorock abrió el jueves 11 de septiembre las actuaciones de los festivales del Zaidín en su nueva ubicación, cada vez más cerca de la provincia que de la capital granadina. Unas 3000 personas presenciarían a primera hora de la madrugada, el concierto de María del Mal, así que al menos el doble pasaron en algún momento por el festival inaugural.

Con casi dos horas de retraso comenzaron las actuaciones del cartel promocional que promueve la Diputación de Granada, cien minutos de tardanza que fueron aumentando con la noche sobre el horario anunciado, obligando a que el último grupo terminara pasadas las cuatro y media de la madrugada ante un respetable escaso y ya agotado. Buena parte de este retardo responde a la tradicional ausencia de público antes de la medianoche, así que los grupos iniciales apenas tocaron para sus familiares, amigos y en este caso vecinos del Padul, no porque el festival se haga en este término municipal (que todo se andará), sino por que medio pueblo se desplazó a Granada para presenciar la despedida de su grupo nacional: María del Mal, los triunfadores en toda regla por aclamación popular de la noche.

Pero antes de ellos asomaron Tennica, el grupo de los Montañés, luchando contra una pedalera que no funcionaba con canciones como 'Una misión' o 'Don´t you love'. La elegante discreción escénica de los primeros invitados fue justamente la contrario de los continuadores: Zutatem, una potente punkglam band capitaneada por un tipo que debió quedar orgullosamente el último en el concurso de imitadores de Freddy Mercury. Con ellos y su desprejuciado vocalista marcando paquete, el público empezó a acercarse, bailar y jalearlos (en algún caso con adjetivos irreproducibles en un periódico de bien como este); aseguraron ser el "mejor grupo en relación calidad-precio" y resultaron tan divertidos como irreverentes (cantan cosas como 'Clonad a Cristo' y parafrasean el 'Belfast' de Bonnie M) y energéticos. Casi unánimemente uniformado de negro, el respetable despidió con tanta complicidad a Zutatem como recibió indiferente a 'Masacre verbal', otro grupo procedente del concurso Espacio Libre y que ingenuamente preguntó "¿queréis más?", para recibir un nada estimulante "noooooo" por respuesta, y es que la noche pintaba bastos metálicos y no había mucho hueco para las letanías rapeadas del tipo "hacemos una buena mierda y no la mierda que hacen otros", alta literatura barrial. Está claro que no volverán a preguntar nunca más.

Buen ambiente hubo ya para otra de las sorpresas de la noche, B-9, sexteto mixto más acorde con lo que la gente quería, repartiendo un exuberante R&blues robusto y clásico, del que invita a tocar la guitarra de aire en cada punteo (en la primera fila varios aplicaban a ello con todo el dramatismo que requiere la cosa). Cuentan con una portentosa cantante, todo feeling, con coquetos arreglos de viento y con canciones que se ajustan perfectamente al libro de estilo del género negro. La ovación fue completamente merecida y dejaron caliente a la masa para el huracán María del Mal.

Llevaban un año diciendo adiós y en el Zaidín pusieron el punto (casi) final a una trayectoria que estuvo a punto de ser mayoritaria, y desde luego los es en complicidad con la gente, que se la sabía todas. "¡¡¡Nosusdisorváis!!!" les gritaban. Llenaron el escenario de gadgets, proyectores, bengalas... y un macetón de hierbabuena tamaño 10 años y un día sin rebaja por buena conducta, del que iban cogiendo cogollitos y regalando generosamente a las primeras filas. Así cualquiera. Solidísimos y demagógicos, María del mal tuvieron su noche grande en el Zaidín, su baño de multitudes, clausurado con una castillo de fuegos artificiales mayor del que paga el Ayuntamiento a los barrios. Y por si canciones como 'Mudar la piel', 'De la Renfe' y sobre todo 'Mil llamadas' no hubiesen sido convenientemente 'karaokeadas', terminaron de ganar la mano con un 'Agradecido' de Maese Rosendo el guitarrista y por Judas Priest, con un 'Living alter midnight' teniendo a Carromato e Inés Fernández Fígares como invitados. Y se disolvieron: plof.

El fin de fiesta y la recogida de los restos le correspondió a Saratoga, el grupo de Nico del Hierro y el virtuoso Tony Hernando en su séptima reencarnación. Auténtico 'heavy mental' del de toda la vida con heroicos estribillos cantábiles y un bajo hipertrofiado por delante. 'Vientos de Guerra' a las cuatro y media de la mañana concluyó la despedida de los madrileños, brazos en alto como mandan los cánones, ante un millar de atrincherados fieles resistentes y con alguna baja por las esquinas pidiendo "otra", cerveza claro.

El segundo de los festivales del barrio granadino dio la oportunidad a Supervivencia de tocar en un escenario grande, a los que siguieron los grupos finalistas del cada día más lánguido (ventipocos grupos presentados tan sólo) concurso I.A.J.: The Soubar, de Purullena, Autómatas, de Baeza y Pen Cap Chew de Sevilla antecedieron a Porcelina, los ganadores el año pasado de esta introducción postiza de la Noche Mestiza, que tendría al bullanguero Muchachito Bombo Infierno como estrella invitada en su salsa: el buenrollismo festivalero. Que no decaiga, pero a su hora por favor.