Texto y fotos: Miguel Antonio Hurtado


Ambiente excepcional en la Sala Heineken, para caldear al personal unos teloneros de lujo, los madrileños Nancy Hole, sacando, entre otras, lo mejor y mas esperado de "Blackswan" (Cisne negro). Un sonido hardcore directo que el público supo hacer suyo. Una selección de siete temas (Burning in my pocket, Una sonrisa salvaje, Ángeles, Recordarte, Perdóname madre, Sanctuary y por último 24 hours) que fueron la antesala perfecta para Juliette and de Licks.

A las 21:00 con una puntualidad propia de un reloj suizo entraron en escena los Licks quienes abrieron el escenario a una Juliette con sus características dos plumas y un sonoro "¿estais listos?". La Sala se venía abajo. Una auténtica explosión de punk y rock alternativo llevado al extremo por una auténtica showoman. Poses descaradas, movimientos convulsos, actitudes macarras, un volcán de sensualidad que eruptaba sobre el escenario.

La proximidad con el público fue total besos a las primeras filas incluidos, continuas alusiones e intercambios de palabras diálogos y hasta búsqueda de su "Spanish friend" que en el último concierto desde "la platea" le regaló un bonito anillo.

Musicalmente sonaron temas tanto de "You're Speaking my lenguage" como "Four on the floor " destacando Got love to kill, Hot Kiss, Sticky honey, Purgatory Blues junto con una magistral versión de Hot Stuff de Dona Summer cantada a coro por la peña. Momentos apoteósicos en So Amazing, los solos instrumentales de los dos guitarras, el bajo y el batería y como no dentro de You're speaking my lenguage toda la banda tocando percusión (todos a la batería incluida Juliette salvo el guitarra que daba el toque disonante con una pandereta).Un concierto que fue creciendo musicalmente entre el sudor de la banda y los allí presentes y decreciendo en vestimenta (Juliette acabo en sujetador y el respetable casi también, claro que esto podía paliarse con las camisetas que Juliette animó a adquirir al nada módico precio de 20 Euros).

En definitiva una más que memorable sesión de punk y hardcore para combatir un laborable día de enero.