Lagartija Nick: Un lujo para Granada
Texto y foto: Juan Jesús García
Ponlo así: "son un lujo para Granada", decía Jota, el cantante de Los Planetas, nada más acabar el concierto. Dicho y hecho, mientras uno recordaba haberle pasado a Antonio Arias una cassette de unos tales Subterráneos para despertar su interés, del que saldría el primer epe de Los Planetas con su firma en la producción. El tiempo corre, pero no para Arias y los suyos, que probablemente estén en la mejor forma de los casi veinte años del grupo, con una alineación cuajada, un sonido sensato y tan nítido como altisonante, y un repertorio de ensueño.
Antes que ellos actuaron los motrileños Laberintho B, cerrando el ciclo de apadrinados por Arias que comenzó con aquellos entonces Subterráneos. Tras los antiguos Neurofilm los Lagartija dejaron uno de los mejores conciertos que han dado en tiempos. ¿Las razones? Probablemente tener una buena cobertura técnica en audio e iluminación, pero sobre todo gozar de una formación estable los últimos años y haberse metido en 2007 un buen montón de conciertos con el mismo programa. Y que al contrario de otros grupos, ellos sí cuentan cuando juegan en casa con el espectador número doce, que llenó la sala en un entusiasta 'completo' facilitando esa realimentación de energía y afecto que permite la comunicación necesaria para un gran concierto.
La batería de Eric en la introducción de 'Estratosfera' ya fue la llamada a rebato de un concierto, que en breve dará paso a las 'actuaciones temáticas' con las que van a repasar las reediciones del material grabado para la Sony en los noventa. En este caso un primer bloque continuado por 'Contar lo que no puedo', 'No lo puedes ver', 'Fareheit 451' dio paso a un paquete central dedicado a esa Leia que les ha dado alas en este año. Para entonces ya estaba claro que estábamos ante unos Lagartija nada especulativos, nada 'psiconada' y tan 'enramonecidos' como el periodo 90-95. El segundo bajo es ya historia con su oronda suciedad y Arias se ha pasado a la guitarra, en formación con la de Víctor Lapido, que de una escuela muy diferente a la de sus precedentes en la plaza, donde había distorsión y metal inyecta tanta resolución como saludable limpieza, dejando para David Varela la sección de añadidos y efectos especiales. El tercer pase retomaba de nuevo clásicos como 'Nuevo Harlem', 'Satélite' y la que para algunos es la pieza más sugerente de su temario, esa maravilla llamada 'La curva de las cosas'.
En el capítulo de invitados variados aparecieron varios miembros de Lori Meyers y Jota, casi al final, para hacer una inquietante 'Tu violencia' camino de la apoteosis final ¡dos bises en Granada! Teniendo que sacarse de la manga para el segundo 'Universal' y 'Cara B', aunque tenían para más, porque se echó en falta comodines que como 'Fulcaneli' no encontraron sitio en este enfebrecido temario. Un lujo de grupo, sí, Juan sí.
Lagartija Nick: la inercia del punk
Texto y foto: Eduardo Tébar
Las ecuaciones no salen. Los discos de Lagartija Nick no se encuentran en las tiendas. El grupo granadino jamás ha compartido propuesta con alguna corriente pasajera. Su discurso escapa de los lugares comunes y de la sensibilidad fácil. Hace tiempo que la industria discográfica les negó la suerte comercial. Más que un reptil del subsuelo musical español, el proyecto de Antonio Arias vuela como una 'rara avis' alejada de los nichos de poder y del pensamiento único. Y así lleva veinte años, con singladura previa en 091. Por eso resulta sorprendente que, con semejante perfil, la banda sea capaz de llenar una sala de hechuras notables como El Tren. Petar de verdad, porque no cabía un alfiler. Una capacidad convocante con la que soñarían muchos de los ilustres internacionales que han pasado por ese escenario. Vale, jugaban en casa, pero la reflexión es obligada: no hay mayor crédito para un artista que su propia trayectoria.
Público entusiasta y apretado, entre el que se distinguían rostros conocidos de varias generaciones de la Granada musical. Los Lagartija, todo sea dicho, atraviesan su momento más comunicativo. Accesibles en una segunda juventud de vuelta a los orígenes 'punkies', mostrando una síntesis cristalina de todo lo aprendido y vivido. Presentaban 'El shock de Leia', el disco con el que salen del cascarón y realizan más conciertos en los últimos tiempos. El rodaje se podía apreciar desde la sintonía 'Sura 2006', mientras las maltrechas baquetas de Eric anunciaban una noche histórica.
El envidiable cancionero que acumulan les permitió encadenar una maravilla detrás de otra, incluso sacar brillo a los álbumes 'Hipnosis' e 'Inercia' en una primera tralla. 'No lo puedes ver' emparejada con 'Contar lo que no puedo contar' como si no existiera diferencia de edad. Un grueso de la nueva publicación, con pasajes de epatante intensidad sonora y poética en 'Anoche soñé demasiado', 'Cosmos' o 'El signo de los tiempos'. Luego, clásicos ineludibles: 'Espiral', 'Universal', 'Nuevo Harlem'... ¡Hasta dos bises! La extenuación llegó a 'Cara B' tras más de una veintena de temas. En medio, las apariciones amistosas de Lori Meyers en 'El shock de Leia' y Jota, cantante de Los Planetas, en 'Tu violencia', una composición que representa ejemplarmente la huella de Los Ángeles en Arias después del trabajo retrospectivo de 2006.
La formación de Lagartija Nick presenta en la actualidad un solo bajo, el de Lorena Enjuto, al tiempo que Antonio Arias se pasa a la guitarra (una Gretsch) en complemento con Víctor Lapido. De los teclados y efectos se encarga David Varela. Suenan claros, cimbreantes y con las prisas de locomotora del periodo anterior a 'Omega', trabajo del que, por cierto, sigue en el aire la secuela. De momento, lo próximo serán las reediciones de 'Inercia' y 'Su'. Y más recitales, que como mantengan el nivel de este último en Granada, igual le comen el terreno al mercado de las tendencias. Es el triunfo de la búsqueda miscelánea y del rock inteligente. De una carrera en expansión, a pesar de todo.
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