Texto y fotos: Juan Jesús García
We Are Balboa: De castas y galgas
Los antes conocidos como Balboa se reconvirtieron no hace mucho en We Are Balboa para no entrar en colisión con la homónima banda americana y además encontrar un espacio promocional en la Red: "sin pones en el google 'Balboa' te salen miles, si escribes We Are Balboa, sólo salimos nosotros" decía uno de los miembros. Apreciación nada baladí por que We Are Balboa parece haber realizado el camino inverso al habitual: nada de salir desde una base garitera estándar (que también) para comerse (más o menos) el mundo después, sino apostar en su caso por un espacio internacional para luego llegar aquí ya volando a cierta altura; al menos esa es la impresión que dan puesto que tras ganar la 'batalla de las bandas' en su sección española, empezaron a hacer ruido en Inglaterra, donde han sonado en la televisión, cuentan con público propio y se asoman generosamente al cristal de la MTV. We Are Balboa son la confirmación de ese potencial internacional que se supone da cantar en (buen) inglés, aunque todo el mundo lo afirme y muy pocos lo comprueben. Pero es que para batirse le cobre por ahí fuera hay que tener, además, excelentes canciones y un muy buen directo, y ellos lo tienen. Junto a Los Esclavos y Guerrero García compusieron en la Tren un buen paquete para ir abriendo el año.
Supongo que tener un nombre que ya desde pequeña va en el estribillo de una canción "Lúa, Lúa Lúa..." y que te digan que eres "un proyecto de roquera en do mayor" marca el destino en la palma de la mano, la de coger la Gibson claro. Pero no siendo genetista está claro que la atractiva estampa de Lúa Ríos en el escenario se hace a base de pisar (de tacón) muchos de ellos. Y es que la imagen central de We Are Balboa la ocupa ella, con una voz vitaminada y muy bien utilizada y una excelente manejo de la guitarra, algo escasamente habitual en las mujeres, que no suelen explotan tanto como ella la capacidad gestual del instrumento. O como Crissie Hynde, auténtica 'monstrua' del tablao con cuya aspereza tiene Lúa alguna lejana entonación orgullosa.
El material energético de la banda suena fresco y sobre todo veloz, bien cargado de guitarras y con una ondulante base rítmica que sustenta su gran capacidad melódica. Fuerza y alegría que se encuentra también en 'Space Between Bodies' el disco que grabaron en Motril y que presentaron anoche. Material que puede recordar a Redd Kross, Foo Fighters, Fountains of Wayne.. gente de querencias clásicas que con una voz femenina por delante nos devuelve a tipas como la mencionada Hynde, Martha Davis y sus potentísimos Motels, porque aun rodando ligeros (Donnas, Muffins...) suenan mucho más hechos y con enjundia que el adolescente 'punkrock girl' habitual. El pero puede ser una cierta uniformidad en su material, rota ocasionalmente con, por ejemplo la interpretación minimalista de 'Love & lost', todo un ejercicio vocal de raza, o de casta, que hasta su progenitor aplaudió emocionado; y no era amor de padre, era un aplauso merecido.
|