Texto y fotos: Juan Jesús García.


Cubop: Sangre latina.

Junto a los madrileños Conexiones del norteamericano Joshua Edelman, Cubop es el otro grupo pionero del jazz latino en nuestro país; es más entre ambas formaciones ha habido desde siempre un transvase fluido de músicos, preferentemente cubanos, que habitualmente aterrizaban primeramente en el grupo granadino para luego acceder otros proyectos.

A pesar de su intermitencia laboral, Cubop es toda una garantía de músicos extraordinarios dedicados a unos sonidos que en muchos casos llevan en las venas. Luis 'Tito' Poyatos es el padrino de esta formación elástica que anoche se presentó en las sesiones de domingo del Planta Baja granadio en su versión 'de bolsillo'.

Resulta curioso comprobar como la sala 'indie' por excelencia está acogiendo estilos en principio ajenos. Tan sólo en principio, porque a pesar de ser un día poco hábil a efectos espectaculares Cubop consiguió una nutrida asistencia y de un público poco habituado a estas músicas, pero tan receptivo que se le veía disfrutar notablemente con el veneno de la clave. Así se hace afición.

Con Eric Sánchez y Agustín Sánchez en la línea del frente y Miguel Pérez, Jaime Martínez y Santiago Reyther en el soporte rítmico, Tito Poyatos ha armado una banda sobrada para atacar con solvencia un repertorio histórico. Como no podía ser de otra manera las citas a Gillespie, Mario Bauzá y su cuñado Machito rozaron el homenaje directo: 'Mambo Inn', 'Bebop', 'Manteca' o el 'Night in Tunicia' etc fueron un recorrido divulgativo por algunos de los números fundacionales más célebres del jazz latino-cubano. Con arreglos vistosos algunos excelente solos a cargo del bajista, y los dos metales, Poyatos tiene a su alrededor una alineación mínima pero muy efectiva, acariciando eso que de tan difícil parece imposible de lograr que es el espíritu de grupo en una formación de jazz; mientras que él, a lo Basie, dirige desde el piano como si en vez de teclas tuviese los botones del mando a distancia.