Texto: Vicky Peinado.
Fotos: Sergio Navas.
Dave Holland pasa del cuarteto a la big band, lo acompañan una amplia sección de vientos: Antonio Hart (saxo soprano y flauta), Mark Gross (saxo alto), Mark Turner (saxo tenor), Gary Smulyan (saxo barítono), Robin Eubanks, Jonathan Arons y Josh Roseman (trombones), Taylor Haskins, Alex "Sasha" Sipiagin y Duane Eubanks (trompetas y flugelhorn).
Steve Nelson con la marimba y el vibráfono, Nate Smith a la batería y Dave Holland con bajo y contrabajo.
La apertura fue triunfal, una versión de Charles Mingus.
El jazz se entremezclaba por momentos con ritmos exóticos, el resultado era una banda sonora que bien podría servir para la próxima entrega del "Agente 007", si cerraba uno los ojos podía imaginarse bien protagonizando una misión de espionaje o, asistiendo a un selecto cócktel.
La base de contrabajo guiaba la pulsión de la banda, creando atmósferas saturadas en ocasiones. El ambiente por momentos caótico, se tornaba rápidamente vitalista.
Holland deslumbró con su impecable técnica y dominio del espacio escénico y, junto a la banda derrochó talento.
Música muy sensual, arrebatada en ocasiones, susurrante en otras, que invitaba como poco a acercarse a la barra a pedir un "martini seco con aceituna".
Dave Holland Big Band, la mejor orquesta actual en Jazz en la Costa
El bajista Dave Holland se interesó por la música a una edad muy temprana. Con sólo 4 años empezó a tocar el ukelele, a los 10 años empezó a aprender la guitarra y a los 13 años continuó con el bajo, alternando el eléctrico y el acústico. En julio de 1968, Miles Davis visitó uno de los clubes en donde tocaba Holland, y quedó tan impresionado de su sensibilidad que le invitó a su grupo, interviniendo en dos discos claves de la transición del genial trompetista: 'In A Silent Way' (precisamente con Joe Zawinul, que actuó el miércoles) y 'Bitches Brew'. A finales de los 70 Holland era ya una estrella. Y como tal se acercó a Jazz en la Costa, con todo vendido desde hace días y una receptividad extrema por parte del público.
Lleno de gala que saludó al contrabajista británico nada más salir a escena con su orquesta, una formación de 13 miembros entre los que se encontraban varios líderes natos con carrera propia embarcados en esta aventura musical: los saxofonistas Antonio Hart (que ya había tocado con su grupo en Almuñécar), el tenor Mark Turner o el barítono Gary Smulyan.
Durante dos horas de actuación Holland hizo las delicias de los espectadores con la su clarividente entendimiento de las estructuras del jazz por secciones, habiendo creado unos sofisticados arreglos tan fluidos como misteriosos, haciendo fácil lo que para otros es imposible. El concierto discurrió con el empaque que toda Big Band ofrece, al ser la formación máxima en esta música, acentuado por el brillo de los metales y en este caso el sobresaliente trabajo de los trombones. El sonido fue perfecto en todo momento.
Holland apenas se salió del programa establecido, que obligaba a tocar su reciente disco 'Overtime' ofreciendo temas como el 'Blues for CM' dedicado a su homólogo Charles Mingus. La suite 'Monterrey' ocupó buena parte del concierto en sus diversas partes sin excesivas variaciones, aunque como detalle hacia el público añadiera una introducción flamenca al tema 'Mental images'. La orquesta remató el concierto con la animada 'Last minute man' como bis tras un buen rato de aplausos exigiendo la propina. Dave Holland es ahora mismo el hombre del momento y Jazz en la Costa en festival que lo ha traído a Andalucía.
Jazz en la Costa está organizado por el Àrea de Cultura de la Diputación de Granada, el Ayuntamiento sexitano y el patrocinio de cervezas Alhambra.
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