Texto: Juanma Cantos
Fotos: Ricardo Carrillo de Albornoz.


En carne y hueso.

Todo un espectáculo y algo que debe ser obligado, cual peregrinación a La Meca, para cualquier amante de la música.

Era James Brown, en Galapagar (Madrid), una escusa perfecta para comenzar a isfrutar de los festivales de verano en nuestro país. El Galapajazz, cada vez más abierto a otras músicas no estrictamente entroncadas con el jazz, es, din duda, uno de los mejores de cuantos disfrutaremos en este verano.

Con un lleno prácticamente completo, el público congregado en el Velódromo de Galapagar despedía el festival y recibía, con los brazos abiertos, a una de las leyendas vivas de la música. James Brown agradeció la acogida con un completo y notable concierto, en el que la presencia de la figura central del espectáculo se vio inconmensurablemente bien respaldada, y, en algunos casos, casi desbordada -pues le hacía sombra-, por una banda sensacional de músicos, "The Soul Generals", y por el aporte de unas jóvenes bailarinas que contrastaban con un anciano, aunque muy bien conservado, James Brown.

Marca de la casa la larga presentación en la que, con un público entregado de antemano y ya bailando sin parar, la banda del padrino del blues comenzó a demostrar sus dotes y calentar el ambiente antes de la salida a escena de un James Brown perfectamente ataviado con un traje de lentejuelas y con mejor aspecto físico que en ocasiones precedentes. Y ahí se desató la locura y comenzó a funcionar al 100% una máquina de ritmo que no paró en la hora larga de espectáculo.

No faltaron -no podía ser de otro modo- clásicos como "It's a men's men's World", "Sex Machine" o "I feel Good" interpretadas con soltura, desparpajo y entrega por un Mr. Dinamita muy comunicativo con el público. 72 años no son nada para un hombre que lo ha dado todo en los escenarios y que sigue siendo firme director de los músicos que lleva tras de sí.

Funky clásico, ramalazos de blues e incluso baladas interpretadas con calor y sentimiento para completar una noche de reencuentro con un auténtico caballero de los escenarios, que se divirtió y divirtió a los presentes en este concierto.