Texto y fotos: Juan Jesús García.


Dio: La voz de la sabiduría.

Dicen del pequeño Ronnie James Dio que es el mejor cantante de rock del mundo. Desde luego, a punto de llegar a los setenta años, es el patriarca de todos. Y está en la misma forma que cuando fundó Rainbow o se paseaba por la historia de Black Sabbath: perfecto.

Este cantante, que grabó su primeras canciones en 1957, es también responsable de uno de los iconos discográficos de cuando el rock era eso, sin ningún tipo de calificativos aún: el 'Holy diver' estuvo en tantos giradiscos casi como el 'Made in Japan'. Él, que lo sabe, le dio cancha en la actuación de la Copera tocando un buen puñado de temas de esa grabación, con la que se independizó en 1983.

Con una banda formada por tipos que habían tocado en grupos como Quiet Riot, AC/DC o el de Ozzy Osbourne, quedaba claro que los cinco manejaban el palo duro con solvencia y conocimiento de causa. 'KIlling the Dragon' del disco homónimo sirvió para entrar en faena, con un sonido muy robusto, nada reiterativo y sin alardes falleros innecesarios. Dio es anterior a los escaladores velocistas y valora una buena melodía y un riff punzante por encima de vacuos virtuosismos. No obstante el batería tuvo su turno (rematado delirantemente sobre Tchaikovsky), como el guitarrista Craig Goldy.

También, nada más empezar, se descartó el rumor de que el concierto iba a abundar en el repertorio Sabbath. Al sonar 'Stargazer' y 'Man on the silver mountain' quedó claro que optaba por el camino más vivo y brioso de sus correrías con el hirsuto Blackmore en Rainbow, antes de que su mujer lo reconvirtiera en un pastoril guitarrista; volvería después sobre el tema con el auténtico himno 'Long live rock and roll' antes de que con 'Heaven and hell' se asomara sobre los padres del género oscuro. Y hablando de himnos: nada mejor que el 'We rock' para afianzarse en que el rock es una forma de vida, incluso en la tercera edad. Si la familia de Ozzy ha sido objeto de una serie, la de Dio merecería un largometraje 'El abuelo se va de gira' por ejemplo.

Todo un ejemplo de profesionalidad, seriedad y saber estar en un escenario. Pasadas ya de las dos horas de concierto Dio atacó 'Raimbow in the dark', el tema que cantara con Deep Purple y se dispuso a satisfacer los bises que le pedía un público absolutamente entregado y rendido ante la historia en magnífico estado de forma. Sin duda uno de los mejores conciertos que se han escuchado en Granada.